Mientras Europa avanza hacia un modelo energético descarbonizado, el debate sobre cómo lograrlo de forma eficaz, equitativa y sostenible sigue abierto. En un contexto donde la electrificación se ha convertido en el eje central de las políticas públicas, hay voces que piden una visión más amplia, que reconozca la diversidad de soluciones necesarias para alcanzar los objetivos climáticos. Una de esas voces es la de Mónica de la Cruz, directora general de Crecemos, la asociación multisectorial que impulsa los combustibles renovables en España.
Desde su rol al frente de una asociación que agrupa a más de 80 entidades, De la Cruz reclama un marco regulatorio más favorable, incentivos fiscales proporcionales al impacto ambiental real y el reconocimiento de estos combustibles como herramienta esencial en la transición energética.
¿Por qué considera que la electrificación por sí sola no basta para descarbonizar el transporte?
La electrificación es sin duda una herramienta importante en la transición energética, pero no es suficiente. No cubre todas las necesidades ni sectores del transporte. Hoy en día, más del 90% de la energía que consume el transporte en España sigue siendo de origen fósil y líquido. Y en sectores como el transporte pesado, marítimo o aéreo, la electrificación aún presenta barreras tecnológicas, logísticas y de infraestructura. Apostar exclusivamente por una única solución sería un error estratégico.
Entonces, ¿qué papel deberían desempeñar los combustibles renovables?
Son una solución real, inmediata, accesible y compatible con las infraestructuras y vehículos actuales. Los combustibles renovables son de emisiones netas cero en el tubo de escape y pueden integrarse desde ya en el sistema. Son especialmente necesarios en aquellos sectores donde la electrificación o el hidrógeno todavía no son viables por costes o falta de infraestructura. Además, se alinean con la economía circular, ya que se producen a partir de residuos orgánicos, aceites usados o biomasa sostenible.
¿Y cómo encajan en un futuro energético donde el 81% de la electricidad será renovable en 2030?
Es un avance excelente, pero no suficiente. Aunque tengamos una red eléctrica muy limpia, no podemos depender solo de la electricidad. Necesitamos diversificar las fuentes de energía renovable para cubrir todos los usos energéticos, especialmente los más difíciles de electrificar. Los combustibles renovables son esenciales para cubrir ese espectro amplio.
¿Pueden coexistir los combustibles renovables con la electrificación del transporte?
No solo pueden coexistir, sino que deben hacerlo. Crecemos defiende una estrategia basada en la neutralidad tecnológica, en la que cada solución aporte valor según el tipo de transporte o necesidad energética. No existe una única tecnología capaz de solucionar el reto completo. Hay que sumar, no excluir.
¿Qué ventajas ofrecen los combustibles renovables frente a otras tecnologías?
Son compatibles con los motores actuales, no requieren renovar flotas ni infraestructuras, y ya están disponibles en muchas estaciones de servicio. Además, pueden utilizarse tanto en vehículos ligeros como pesados, en transporte terrestre, aéreo o marítimo. Su impacto puede ser inmediato. Por ejemplo, un aumento del 1% en el uso de combustibles renovables en España equivale a poner 425.000 coches eléctricos en circulación.
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