En tauromaquia hay un dicho que no suele fallar. Corrida de expectación, corrida de decepción. Algo así ocurrió ayer en la histórica rueda de prensa que ofreció este miércoles el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
Todo el mundo estaba allí. No es para menos. El futuro energético del país está en juego. ¿Qué hacer con la nuclear? La expectación era tal que no faltó casi nadie. Estaban hasta los cinco consejeros, con el presidente Fernando Marti a la cabeza.
Un acto de transparencia que no se veía en el CSN en muchísimos años. Ni los más viejos del lugar se acordaban de un hecho así. Pero ojo, no sirvió de mucho. Y por eso los periodistas no salieron con el titular con el que fueron en la cabeza.
Garoña podrá operar hasta...(la fecha que dijese el CSN). Pero no la dijo. Y entonces se creó el murmullo. Y luego, para saber lo que costaría cumplir los requisitos. Y otra vez que el CSN no decía ni mú porque no le correspondía hablar de eso. Y es más, y ni le importa lo que costaría reabrir Garoña.
Los periodistas insistían. Daba la sensación de que el quinteto del CSN no era creíble, de que escondía algo. Pero que no lo quería decir. Por eso de la insistencia de los compañeros de profesión. Es su trabajo. Y chapeau. Había caras de perplejidad de por qué no respondían a esas preguntas.
Fue una especie de tira y afloja. El problema es que el CSN es un organismo técnico que vela por la seguridad nuclear. No se dedican a contabilizar costes. Hombre, lo de la fecha tope de operación se podría haber dado, pero el CSN ha preferido pasar la patata caliente al Gobierno y sea quien decida hasta cuándo. Pero todo bajo supervisión de los técnicos del regulador.
Al final, la larga rueda de prensa del CSN no dio el juego que se esperaba para los periodistas, pero sí evidenció que en el CSN cuecen habas. La fractura entre Narbona y el resto de consejeros fue clara. En cuanto abrió boca Narbona para responder a una pregunta, saltaron el resto de consejeros para replicarla y dar a conocer su postura.
Por cierto, también dio la sensación de que los periodistas no se enteraban de la misa la mitad porque fue excesivamente técnica la comparecencia. Era lo que tocaba. Y menos da una piedra. Ojalá haya más ruedas de prensa del CSN. El tema nuclear es importantísimo y España tiene que mover pieza.
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