El presidente y consejero delegado de Naturgy, Francisco Reynés, se ha mostrado este jueves convencido de que las negociaciones que mantiene la compañía con Argelia sobre el precio del gas para el próximo trienio "no van a ser fáciles puesto que todo influye".
Reynés ha opinado al respecto en un acto organizado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) que "cualquier indicación política en decisiones argelinas tiene mucho más impacto que en una negociación entre compañías privadas".
Ha apuntado en esa dirección que la compañía argelina que negocia estos precios, la estatal Sonatrach, supone el 80 % del PIB de aquel país, por lo que, a su juicio, "la negociación no solo es empresa-empresa sino también empresa-Estado y pesa mucho en las riqueza argelina".
El directivo ha explicado que Naturgy, la empresa gasista española que compra el gas argelino, se haya inmersa en una situación de negociación con Argelia, ya que cada tres años las partes deben acordar nuevos precios del gas pese a que existe un contrato firmado a largo plazo hasta 2032 por unos 12.000 millones de euros.
La compañía española no espera que Argelia baje el precio del gas, si bien Reynés ha comentado que Naturgy tiene una "cierta capacidad de negociar unos precios, pero que en ningún caso se desacoplan de la senda de precios de los mercados inmediatos".
El contrato cada tres años expiró en 2021 y estaba fijado a una referencia Brent. Sin embargo y como ha apuntado el directivo de la gasista española, "el mercado ha girado y ahora la referencia es otra, por lo que Argelia quiere negociar cuáles serán los nuevos precios con esa otra referencia y ahí estamos discutiendo".
Esta negociación sobre el gas argelino, que Naturgy dedica a los clientes residenciales e industriales, es "ordinaria y tiene dos salidas, o un acuerdo o un arbitraje internacional en la Cámara de Comercio de París", ha apuntado Reynés.
La energía será más cara
El presidente de Naturgy ha concluido que la energía "va ser más cara de lo que era" y ha precisado que "el que gana con todo esto es el productor, el propietario de los pozos de gas y de petróleo".
Para Reynés, la energía "ha dado un vuelco por el coste de las materias primas y aún el mundo no es capaz de prescindir de una fuente energética con materias primas escasas".
"Es verdad", ha dicho, "que cada vez más se intenta que se dependa cada vez menos de los recursos naturales y cada vez más de las energías renovables, que tienen costes de generación fijos y a largo plazo".
Sin embargo, el directivo ha señalado que "es imposible" que esto ocurra a corto plazo y ha añadido que a medio plazo "es la dirección que hay que seguir".
Topar el gas ahuyenta a los metaneros
El consejero delegado de Naturgy ha declarado que las consecuencias de topar el precio del gas "puede ahuyentar" a los barcos metaneros y atracar en otros puertos más rentables.
El gas, ha dicho, se mueve en España mayoritariamente en barco y cuando se produce un desacople de índices el armador de ese barco y el tenedor del gas pueden decidir "llevar el metanero a otro sitio".
Reynés ha aclarado que no habrá más metaneros en el mundo hasta dentro de unos años "en concreto hasta que salgan nuevos barcos de los astilleros" y ha precisado que si los precios a los que se paga ese gas que transporta el metanero "no son atractivos para el productor, es muy fácil cambiar el barco de rumbo".
El directivo ha calificado como "frívola, sin tener un conocimiento general" la opinión de que se puede prescindir del gas.
No obstante, ha repasado el plan de sostenibilidad de Naturgy hasta 2025 con nuevas inversiones en generación de energía renovable, mayoritariamente eólico y solar, y en este sentido ha recordado el acuerdo firmado con Equinor para empezar a desarrollar parques de energía eólica marina.
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