De lo que pudo haber sido el cuarto grupo automovilístico mundial y no fue a, quizá, formar parte de una de las empresas tecnológicas más punteras del momento. Este es el escenario que le espera a Nissan a corto medio plazo tras la no consolidación de su fusión con Honda. Recordemos que hace poco más de un mes las dos empresas japonesas habían planeado una joint-venture para establecerse como uno de los cuatro mayores productores de coches del planeta, poniendo especial foco en los vehículos eléctricos. Sin embargo, la ambición de Nissan y la desconfianza de Honda ante una situación cuanto menos truculenta de la primera, ocasionando que en lugar de socio se convirtiera en subsidiaria, acabaron por romper definitivamente las conversaciones.
Y es que la situación actual de Nissan no parecía ser la más boyante, ya que durante el pasado año las ventas tanto en Japón como en EEUU, dos de sus principales mercados, sufrieron un importante retroceso, provocando un cambio de rumbo en su plan empresarial y proyectando recortes no solo en su plantilla sino en la producción. Todo ello sin contar que desde la detención de Carlos Ghosn en 2018, todo ha ido de mal en peor y hoy por hoy su situación bursátil era cinco veces menor que la Honda (1,5 billones de yenes frente a 7,6), con unas acciones que en el último año han caído un 30% hasta situarse por debajo de los 400 yenes.
Foxconn y la ‘llave’ de Renault
Ante este contexto, en estos pasados días ha comenzado a sonar con fuerza que Nissan pase a formar parte de la multinacional taiwanesa de telecomunicaciones, Foxconn, siempre y cuando esta se haga con el paquete de acciones que está en propiedad de Renault. Aunque la francesa no se ha pronunciado de manera oficial, desde Bloomberg confirman que podría estar dispuesta a desprenderse de una parte del 36% de acciones que tiene en la japonesa para así poder financiar sus propias inversiones en movilidad eléctrica.
Foxconn, por su parte, está pasando cada vez más de la fabricación por contrato en el sector de la electrónica de consumo (la empresa se ha dado a conocer como productora de iPhones) a la producción de coches eléctricos. Tanto es así que ya han desarrollado su propia plataforma de modelos cero emisiones e incluso han estrenado Foxtrot, su marca de vehículos eléctricos. A todo ello se suma un contratiempo tan importante para Nissan como es que ya no pueda hacer uso de las plataformas eléctricas de la Alianza, siendo esta unión con la taiwanesa su mejor vía de escape.
De hecho, la pasada semana en el Financial Times se aseguró que algunos miembros del consejo de Nissan estaban "abiertos a considerar una asociación”, mientras que desde Foxconn y en palabras de su consejero delegado, Young Liu, ésa es sólo una de las opciones que se barajan actualmente ya que "nuestro objetivo es la cooperación".
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