La irracionalidad del planteamiento de la última reforma del sector eléctrico, ha hecho saltar por los aires cualquier atisbo de confianza en los reguladores. Estos, no sólo no han actuado a favor de los ciudadanos consumidores, velando por un correcto funcionamiento del mercado, y por ende la competencia, sino que han hecho una nefasta regulación en especial de las energías renovables, así como de la demanda distribuida o el autoconsumo.
Sin embargo, y a pesar de esta acumulación de errores, la ineptitud de los reguladores ha servido de detonante para que los ciudadanos hayamos tomado la iniciativa en un asunto, en el que jamás hubiéramos pensado intervenir de forma tan activa. También es verdad que la incursión de las energías renovables, como la fotovoltaica, cuya tecnología es tan fácil de instalar y mantener, hace que casi cualquier hogar pueda disponer de ella.
Ésta es una forma optimista de ver el asunto. Pero, lo cierto es que el sector eléctrico de este país, fundamentalmente las grandes eléctricas con su asociación a la cabeza, están haciendo lo imposible por detener el desarrollo de las energías renovables, poniendo sus intereses económicos por delante del bien común de los ciudadanos y del desarrollo del propio país.
Por si fuera poco, a todo esto se une que vivimos en el país europeo continental, con el precio de la electricidad más caro y donde los directivos obtienen mayores retribuciones, y que a la vez sufre una pobreza energética galopante que mata literalmente.
Así que los ciudadanos/consumidores hemos pasado de entender que la electricidad es un bien ESENCIAL, y el Estado debería asegurar su suministro, a ser las víctimas de la privatización de un sector que es vital para el desarrollo de los países y de sus ciudadanos.
La buena noticia es que, como decía, gracias a las nuevas tecnologías los ciudadanos podemos pasar de una actitud pasiva de meros consumidores, a una actitud proactiva de prosumidores o de #CoopSumidores, que somos aquellos que entendemos, que tenemos el poder de cambiar el modelo desde las personas y para las personas.
El tránsito en el modelo energético es imparable, y es una herramienta de empoderamiento ciudadano magnífica. Por ello, ASGECO ha abrazado el cambio del modelo energético con pasión. El que los ciudadanos podamos producir autoconsumo, y decidir cómo queremos consumir algo tan ESENCIAL en nuestro día a día, da un vuelco de 180 grados a la concepción de mercado, la cadena de valor es completamente distinta, y todo el paradigma del actual modelo económico cambia. Todo esto, junto al mundo de Internet, y todo lo que ello implica, quizás sea una nueva revolución equivalente a la del fuego, la rueda, o la imprenta, que socializó el conocimiento.
Es la hora de los #CoopSumidores, no sólo como autoconsumidores, también fomentando, promocionando, y discriminando positivamente a aquellas empresas, organizaciones y entidades, que a su vez sean sostenibles, medioambiental y socialmente responsables.
Está en nuestra mano, con nuestros hábitos de compra y de vida, que seamos nosotros quienes dirijamos el modelo hacia donde entendemos que debe ir la economía colaborativa, la economía circular, el cooperativismo, etc. Son más que tendencias o modas, son realidades que responden a la demanda de ciudadanos concienciados, hartos de ver que el consumismo indiscriminado, el low cost y todos sus acólitos, sólo nos han llevado a acabar con los recursos naturales, al hambre, la pobreza, las guerras y las migraciones forzosas.
En definitiva, estamos en el momento justo para dejarnos de excusas, y actuar desde la corresponsabilidad para convertir el consumo y la producción de electricidad, en una herramienta magnífica de solidaridad, eficiencia y paz.
Ana Isabel Ceballo Sierra es Presidente de la Asociación General de Consumidores, ASGECO Confederación.
@CeballoSierraA
#CoopSumidores
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