Las autoridades noruegas han revelado prevén que en 2018 haya un ligero aumento de las inversiones en su sector petrolero tras cuatro años seguidos de caídas y creen que en 2023 se podrá alcanzar el nivel récord de producción de 2004.
Las estimaciones del Directorio de Petróleo Noruego (OD) apuntan a que la inversión este año ascenderá a 122.000 millones de coronas (12.634 millones de euros) y que en 2019 y en 2020 llegará hasta 140.000 millones de coronas (14.500 millones de euros).
Los recortes de costos impulsados desde 2014, con un descenso del 30% en los gastos operativos, y el aumento de proyectos de explotación explican esta tendencia positiva, según este organismo, que hoy presentó su informe anual.
"Los proyectos que se aprueban ahora tienen en general una buena rentabilidad y pueden soportar que el precio del petróleo caiga hasta los 40 o 30 dólares por barril", señaló en un comunicado la directora del OD, Bente Nyland.
La producción de gas y petróleo subió por cuarto año consecutivo en 2017, con récord de venta en gas, y esa tendencia al alza continuará al menos hasta 2023.
El OD estima que ese año se podrían repetir las cifras récord de producción de la primera década de este siglo, aunque con mayor peso esta vez de la explotación gasística.
La actualización del análisis de los recursos no descubiertos ha revelado que el volumen en el mar de Barents es un 80% mayor de lo que se creía hace dos años, mientras que las estimaciones se mantienen en el mar del Norte y en el mar de Noruega.
"Casi dos tercios de los recursos no explorados están en el mar de Barents. Este área será importante para mantener el alto nivel de producción a largo plazo", sostuvo Nyland.
Noruega, principal exportador de petróleo y de gas en Europa Occidental, contaba a 31 de diciembre pasado con 85 yacimientos activos en su plataforma continental y en la actualidad hay planes para iniciar o ampliar otros diez.
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