La joven activista catalana Olivia Mandle, de 15 años y embajadora del Pacto Climático de la Comisión Europea y 'La España Azul', ha advertido que la realidad frente al cambio climático es "cruda y sencilla". "Estamos al borde del abismo. Hay tiempo, pero cada vez queda menos. Yo creo que tenemos que salir a la calle más. Tenemos que gritar más que queremos un cambio, pero de verdad", ha recalcado.
Mandle opina que los políticos son necesarios para aprobar leyes que aborden el deterioro de la naturaleza y afirma que "no importan las fotos" de activistas con políticos o viceversa para insistir en que hay que cambiar y salir a la calle. Y aunque es "optimista", en una entrevista con Europa Press, lamenta que los ciudadanos están "perezosos" a la hora de actuar y advierte de que "la inacción es y será la peor enfermedad" que se pueda sufrir.
En este sentido, la joven activista avisa de que no ve mucho ánimo en los jóvenes, "sobre todo de España", que tengan ganas de despertar su alma más "animal" o activista. "En cambio los pequeños, sí. Veo en ellos ganas de aprender y de poner en práctica lo que sienten que pueden mejorar", explica.
Por ello, defiende la educación ambiental desde los 2 años. "Esto es algo que siempre transmito en todas mis ponencias y pido al Gobierno. Esa es la solución. Si tenemos niños más conocedores de la realidad, podrán cambiar las cosas más fácilmente", reivindica.
Además, advierte contra "tanta pantalla" en los centros educativos, ya que considera que "han de salir fuera, al aire libre, a hacer excursiones, a limpiar bosques".
Santuarios de delfines
Iniciada en el activismo climático en 2019, desde que tenía 12 años, y centrada en la defensa de los santuarios de delfines, la española asegura que trabaja para "desenmascarar la realidad tras el cautiverio que no es más que "ocio y negocio". "Un negocio millonario en este país", puntualiza.
La propia Comisión Europea, destaca la motivación de Mandle por "conectar a los jóvenes preocupados por el planeta" con el fin de "inspirar a su generación a reducir su huella de carbono y usar sus voces para influir en los demás". Mandle ha recibido estas palabras con "una enorme ilusión y una gran responsabilidad" y asegura que le parece "muy inteligente y bonito" que el órgano europeo decida incorporar a una persona tan joven.
Su iniciativa consiste en la creación de santuarios para evitar el cautiverio de las especies que actualmente se encuentra en los zoológicos y lo más importante de ella, según insiste, es "el trabajo que hace para las futuras generaciones" al permitir que "sigan naciendo, creciendo, reproduciéndose y muriendo en libertad, en su hábitat".
En este sentido, Mandle alaba los estudios de la web 'Mision Blue' mediante los cuales se están creando zonas protegidas, "donde las especies transitan con total libertad, y se ha estudiado que el incremento de peces que hay en la zona es tal que además hace que los pescadores se vean beneficiados de esta nueva área protegida".
Cuidado del medio
En definitiva, relata que esta lucha ha estado de siempre "profundamente" vinculada a ella. Si echa la vista atrás, según afirma, acuden a su memoria recuerdos de la infancia donde su mayor pasatiempo era imaginarse en la naturaleza, ayudando y salvando animales.
A ello, se suma su firme convencimiento que existe en su casa --en la que dice no haber pantallas-- de "amor por la naturaleza, por el mar, los bosques y un enorme respeto hacia los animales".
"Mis padres me dieron toda la información que necesitaba sobre el cautiverio, para, sin saberlo, presentir que yo lucharía por esa libertad tan merecida de esos animales" ha afirmado la adolescente.
Finalmente, Mandle ha hecho hincapié en la cantidad de jóvenes activistas comprometidas con la causa climática. "El feminismo empieza por nosotras, por la mujer, la niña. Empieza en casa y los hombres pueden ser muy feministas, mi padre lo es. El feminismo está marcando claramente la lucha climática, mira cuántas somos: Greta Thunberg, Vanesa Nekate o Luisa Neubauer, y tantas y tantas más. También hombres, pero sí tengo la sensación de que el activismo climático tiene nombre de mujer", ha reflexionado.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios