Los ministros de Energía de ocho países del Mar Báltico: Lituania, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Alemania, Letonia, Polonia y Suecia acordaron la Declaración de Vilnius, prometiendo una colaboración más estrecha para asegurar la infraestructura energética marina crítica en la región del Mar Báltico. Esto se produce después de que la invasión rusa de Ucrania y varios actos de sabotaje a la infraestructura energética en el Mar Báltico hayan creado nuevas preocupaciones de seguridad. Los firmantes se comprometen a disuadir posibles actividades malignas contra infraestructuras marinas y submarinas dentro de la OTAN y la UE.
Hoy ocho países del Mar Báltico, la Unión Europea y representantes de la OTAN, la Agencia Europea para la Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER), los operadores de sistemas de transmisión europeos (TSO) y la industria eólica europea se reunieron en Vilnius en la epara el Alto Nivel de Seguridad Energética del Mar Báltico. Reunión 2024.
Los países del Mar Báltico se han embarcado en una rápida expansión de la capacidad de transmisión y energía eólica marina. Ya en 2023 Lituania, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Alemania, Letonia, Polonia y Suecia se comprometieron a aumentar la energía eólica marina en el Mar Báltico de los 3,1 GW actuales a los 19,6 GW en 2030.
La Declaración de Vilnius reafirma la determinación de los países de implementar rápidamente las acciones descritas en el Paquete de Energía Eólica de la UE para desbloquear los “vastos recursos sin explotar de energía eólica marina” del Mar Báltico. Los países se comprometen a descarbonizar sus sistemas energéticos "lo antes posible". Quieren colaborar para eliminar gradualmente los combustibles fósiles rusos y sustituirlos, en particular, por energías renovables competitivas y de cosecha propia.
Los firmantes reconocen el “inmenso potencial” de la energía eólica marina en el Mar Báltico para la descarbonización, la diversificación, la electrificación y la producción de hidrógeno renovable. Quieren desarrollar una cadena de suministro de energía eólica fuerte y resiliente en los países del Mar Báltico para satisfacer la creciente demanda esperada de proyectos eólicos marinos. Esto incluye inversiones en redes e infraestructura portuaria.
Las energías renovables son ahora una cuestión de seguridad europea
Las energías renovables son ahora más que nunca una cuestión de seguridad europea, tanto de seguridad energética como de seguridad nacional.
La invasión rusa de Ucrania y los ataques a la infraestructura de energía y telecomunicaciones en la región han cambiado las preocupaciones de seguridad de Europa. Han llevado al reconocimiento claro de que Europa necesita fortalecer su seguridad energética e intensificar sus esfuerzos para proteger la infraestructura energética marina crítica.
Giles Dickson, director ejecutivo de WindEurope, dijo: “Las energías renovables son una infraestructura crítica. Debemos hacerlos seguros. La industria eólica ya está ayudando a los militares a proteger la infraestructura energética y a apoyar la seguridad nacional en general. Intercambiando datos, alojando tecnología relevante y apoyando el funcionamiento del radar. La OTAN ya está haciendo un excelente trabajo aquí. Alentamos a los gobiernos a incorporar seguridad física, cibernética y de datos en la adquisición de equipos energéticos, incluidos los criterios de calificación que aplican a quién puede construir parques eólicos”.
Para fortalecer la resiliencia de Europa contra nuevas formas de guerra híbrida y cibernética, los países del Mar Báltico ahora quieren aumentar la seguridad de la infraestructura marina y submarina y disuadir posibles actividades malignas contra ellos dentro de la OTAN y la UE.
David van Weel, subsecretario general de Innovación, Híbridos y Cibernéticos de la OTAN, dijo: “Hay mucho en juego para la OTAN: si los aliados toman direcciones divergentes para adaptarse a la transición energética, algunas tecnologías podrían ser incompatibles y nuestra interoperabilidad militar puede estar en riesgo. Si no planificamos y aseguramos las cadenas de suministro de materias primas críticas y tecnologías de energía renovable, podríamos terminar con otra dependencia energética, esta vez de China. (…) La Transición Energética por Diseño de la OTAN es un desafío enorme, pero es vital afrontarlo si queremos que nuestra Alianza sea más ecológica y más fuerte”.
La Declaración de Vilnius señala que una mayor interconectividad entre los países de la UE en el Mar Báltico aumentará significativamente la seguridad energética de Europa. Para ello, los firmantes quieren mejorar la colaboración en el desarrollo conjunto de parques eólicos marinos híbridos, nuevos centros de energía marina y el desarrollo de una red eólica marina cada vez más interconectada.
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