Las autoridades municipales de Pekín anunciaron la prohibición de la venta de carbón con el objetivo de atajar la grave contaminación del aire que afecta a la capital china.
Según un comunicado de la Oficina Municipal de Protección Ambiental, se suprime paulatinamente la venta y la utilización de carbón en seis distritos de la urbe hasta 2020 y se cerrarán las plantas de energía que utilizan esta fuente de energía.
La medida forma parte del plan de la capital para optimizar los recursos energéticos y mejorar la calidad del aire de la ciudad que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), registró de media en 2013 una concentración de partículas de PM 2,5 -las más pequeñas y perjudiciales para la salud- de 89,5 microgramos por metro cúbico, más del doble que establece la OMS.
La electricidad y el gas natural reemplazarán el carbón para alimentar la calefacción comunitaria o las cocinas de la ciudad.
Según datos del departamento, las principales causas de la contaminación en la capital china son los vehículos, origen del 31,1% de las partículas PM 2,5, seguido de la combustión del carbón (22,4 por ciento) y de la actividad de las industrias cercanas (18,1 por ciento).
La grave contaminación en China es una de las mayores preocupaciones de la población, dados los alarmantes casos de cáncer registrados en el país. El 20% del total mundial de pacientes con esta enfermedad son diagnosticados en el país.