La petrolera mexicana Pemex trabaja en estos días con gestoras de fondos de inversión y firmas de capital de riesgo a las que podría vender parte de sus activos, incluida alguna de sus seis refinerías que tienen pérdidas superiores a los 5.000 millones de euros anuales, según ha comentado su director general, José Antonio González Anaya.
“Hay muchas cosas de las que no necesariamente tiene que hacerse cargo Pemex bajo las nuevas reglas”, dijo en una entrevista a Bloomberg TV. Pemex trabaja en esquemas conocidos como saleleaseback, que le permitirán arrendar y posteriormente vender parte de sus activos, con la gestora de fondos de inversión KKR y la firma de capital de riesgo, First Reserve, según González Anaya.
La compañía estima que los activos que están negociando con KKR podrían alcanzar un valor de 1.500 millones de dólares y los de First Reserve, 500 millones de dólares. “Estamos trabajando muy duro para sacarlos pronto” dijo González Anaya.
El director general de Pemex adelantó que la petrolera también se encuentra en proceso de contratación con bancos para vender participaciones en sus refinerías. La intención es que Pemex venda una participación mayoritaria en algunas refinerías y que en otras se mantenga.
En línea con lo anterior, un informe reciente de Boston Consulting Group señala que la apertura en el sector de refino en México sería uno de los puntos vitales de la reforma, pues esto permitiría a los nuevos jugadores diversificar aún más su riesgo.
“Las reformas de México abren el sector de refinación a jugadores del sector privado, a través de alianzas con Pemex así como a través de la construcción de refinerías privadas.Si las compañías son capaces de entrar a exploración, producción y refino estarán en posición de diversificar sus riesgos, maximizar su producción y alcanzar valores marginales integrados”, señala la consultora en su informe.
Para el experto en energía Arturo Carranza, estas alianzas o posibles ventas consolidarían los negocios de la petrolera nacional hacia sus activos de mayor valor, específicamente, en el caso del negocio downstream provocarían que Pemex se centrara más en la zona suroccidental en la distribución de gasolina, donde es más fuerte.
“La estrategia está planteada en términos de que la zona centro del Valle de México y Occidente, donde se realizan ventas muy altas de combustibles, ahí va a estar Pemex, sin lugar a dudas compitiendo para conservar su mercado, mientras que la parte del norte sí se la podrían dejar a privados, porque el combustible lo pueden transportar desde Estados Unidos en camiones cisterna, ya que es más corto”, explicó Carranza, quien concluyó señalando que "el mensaje de González Anaya fue muy claro en el sentido que hace explícito que están buscando socios tanto para la parte financiera como para la operativa".
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