La petrolera estatal brasileña Petrobras aprobó la distribución de 21.900 millones de reales en dividendos extraordinarios (3.900 millones de euros), tras la oposición inicial del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
La Asamblea General de accionistas votó a favor de la propuesta del Estado brasileño de distribuir la mitad de los beneficios extraordinarios reportados el año pasado y que, sumados a los dividendos ordinarios, representan un desembolso de 94.354 millones de reales.
Los dividendos serán pagados en dos parcelas en mayo y en junio, según un comunicado de la compañía al mercado.
La decisión de Petrobras
Poco después del anuncio, los papeles preferenciales de la mayor empresa brasileña subían un 2,16% en la bolsa de São Paulo y se encontraban entre los más negociados de la jornada hasta ese momento.
La decisión de la Asamblea de Petrobras, controlada por el Estado, supone un giro respecto a la postura presentada en marzo por el Gobierno, cuando éste se opuso a la distribución de dividendos extraordinarios y eso provocó el desplome del valor de las acciones.
Lula dijo entonces, en una entrevista al canal de televisión SBT, que quería que los beneficios extraordinarios de la petrolera no fueran repartidos sino reinvertidos, porque Petrobras "tiene que pensar en los 200 millones de brasileños que son dueños de la empresa".
La crisis de los dividendos abrió una brecha entre el presidente de Petrobras, Jean-Paul Prates, favorable a la distribución, y el ministro de Energía, Alexandre Silveira, opuesto a la medida, con el responsable de Hacienda, Fernando Haddad, mediando entre ambos.
Superada la división, Lula declaró el martes pasado en una conversación con periodistas que la petrolera estaba "tranquila".
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