La compañía Engie Electrabel que opera las plantas de energía nuclear de Bélgica dejará de usar uranio ruso en 2025, informó el diario económico De Tijd.
A partir de esa fecha, la empresa belga propiedad de la francesa Engie ha firmado contratos con proveedores occidentales como Australia o Canadá para seguir explotando hasta 2035 el reactor de Doel 4 (norte) y el reactor de Tihange 3 (este).
"Las últimas entregas de uranio de Rusia llegaron a finales de 2021 (...). También para la conversión de uranio, un paso intermedio antes de enriquecerlo, y para el enriquecimiento final, ya no trabajamos con empresas rusas", indicó a ese diario la portavoz de la firma energética, Hellen Smeets.
Las plantas nucleares de Bélgica
Antes de la gran invasión de Rusia sobre Ucrania en febrero de 2022, el 40% del uranio de las centrales atómicas belgas era de origen ruso.
Al igual que el gas, el uranio no forma parte de las sanciones contra Moscú que aplica la Unión Europea, que sí ha sancionado las importaciones de carbón y el 90% de las de petróleo.
Bélgica ha ido cerrando algunos de sus siete reactores nucleares, como el de Doel 3 en septiembre de 2022 y el de Tihange 2 en enero de 2023 y los más jóvenes del parque energético, los Doel 4 y Thiange 3, tenían previsto cerrar en 2025, pero su vida útil se alargó una década durante la reciente crisis de precios del gas.
En 2023, la energía nuclear fue la primera fuente del "mix" eléctrico de Bélgica, con un 41,3% de la generación, respecto al 47,3% de 2022, mientras que las renovables eólica y fotovoltaica alcanzaron el 23,2%, frente a un 19,8% un año antes, mientras que la electricidad producida con gas pasó del 26,9 en 2022 al 25,2% en 2023.
Nuclear y gas representaron el 66,5% del total de la cesta de electricidad en 2023 frente al 74,2% un año antes, según datos de la empresa que gestiona las redes, Elia.
Lokiz
08/06/2024