El número de vehículos eléctricos puros que circulan en la actualidad por España suman alrededor de 36.200 unidades (fecha 2018) y el Plan Nacional de Energía y Clima del Gobierno, al que ha tenido acceso este diario, prevé que en 2030 alcance la cifra de cinco millones de unidades, incluyendo coches, furgonetas, motos y autobuses. Una cifra astronómica que permitiría al sector de la movilidad-transporte reducir en 28 Mt CO2-eq las emisiones contaminantes. Según el documento, "este resultado es consecuencia, sobre todo, del importante desplazamiento modal desde el vehículo de combustión convencional hacia el transporte público, el compartido y los modos no emisores".
También será gracias a "la generalizada delimitación de zonas centrales en las ciudades de más de 50.000 habitantes a partir de 2023, en las que se prevé la limitación del acceso a los vehículos más emisores y contaminantes. Como consecuencia de la implementación de esa medida se estima que el 35% de los pasajeros-kilómetro que se realizan en la actualidad en vehículos convencionales se desplazarán hacia modos no emisores para el año 2030".
Estos objetivos se detallan en el apartado de Eficiencia Energética de este Plan. Con ello, se alcanzaría el 22% de renovables en el transporte vía electrificación y biocarburantes, por encima del 14% exigido por la Unión Europea en 2030.
Los principales ejes de descarbonización en el sector del transporte son el cambio modal, el rápido despliegue de la movilidad eléctrica y un impulso a la fabricación y uso de biocarburantes avanzados.
El transporte contribuye de forma significativa a las emisiones de GEI (un 27% sobre el total en el año 2016). Por ese motivo, se trata de un sector clave en el proceso de descarbonización. El transporte por carretera y ferrocarril representa prácticamente un tercio del consumo total de energía, situándose en 28.241 ktep en 2016 (28.368 ktep contabilizables según la metodología establecida en la Directiva de Energías Renovables). Ese año, la aportación de las energías renovables en este sector ascendió al 5,3% (calculado conforme a la citada metodología).
Esta apuesta decidida por el vehículo eléctrico es porque, tras el sector eléctrico, es donde se realizaría la mayor mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero.
Pero ¿cómo pretende el Gobierno impulsar este sector? "De manera concreta, se promoverá la ejecución a través del diseño de programas de apoyo público de las medidas contenidas en los Planes de Movilidad Urbana Sostenible, que habrán de llevar a cabo las Entidades Locales (con el apoyo de otras Administraciones territoriales, y en su caso, de la Administración General del Estado), y de Planes de Transporte al Trabajo, puestos en marcha por las empresas".
Se proponen varias acciones como la implantación y desarrollo de Planes de Transporte al Trabajo (PTT), "con medidas tales como servicios de movilidad compartida en las empresas, promoción de la bicicleta, promoción del transporte público, teletrabajo, etc".
También se impulsará mediante una fiscalidad favorecedora y en este capítulo entra en acción el Ministerio de Hacienda, quien "en colaboración con las Entidades Locales, analizará la conveniencia, viabilidad y plazos de una para reforma del actual IVTM, el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica. También se analizará "la posible reforma del IEDMT (impuesto de matriculación) de manera que las decisiones de compra del consumidor se orienten hacia vehículos de menor consumo, lo que se conseguiría actualizando los actuales tramos de emisiones de CO2 en los que se basa el impuesto".
Para todo ello, en total, el Gobierno calcula que la inversión total asociada, por parte de particulares y empresas, se estima en 76.680 M€ para el periodo 2021-2030, y en el caso de la penetración del vehículo eléctrico será del orden 132.403 M€.
El Estado apoyará el desarrollo de este objetivo pero solo para el periodo 2021-2025, con una "línea de ayudas de 200 M€/año en el periodo 2021-2025 (con fondos de los Presupuestos Generales del Estado y de las CCAA)", lo que supone destinar unos 1.000 M€ en total. A partir de entonces finalizarán las ayudas porque "se estima que se habrá alcanzado la paridad de precio y no será necesario apoyo público".
Biocarburantes
Los biocarburantes también tienen un capítulo especial porque "constituyen la tecnología renovable en el transporte más ampliamente disponible y utilizada en la actualidad. Además, en determinados sectores como el de los vehículos pesados (cuyo consumo es una parte relevante del total correspondiente al transporte por carretera) y el de la aviación, seguirán siendo durante los próximos años el único medio de reducir la utilización de carburantes de origen fósil".
Así que para cumplir con los objetivos de consumo de biocarburantes avanzados, el Plan preve "un impulso específico de su producción, que todavía es muy reducida".
Para introducir de forma masiva este combustible se propone que se obligue de manera general su venta o consumo, adaptar el sistema de certificación para recoger de forma específica los biocarburantes avanzados y, en particular, el biometano inyectado en red, poner en marcha un programa de ayudas para instalaciones de producción de biocarburantes avanzados y promocionar el consumo de mezclas etiquetadas de biocarburantes, a través de medidas que permitan ofrecer esta posibilidad en estaciones de servicio y la aplicación de tipos reducidos en el impuesto especial de hidrocarburos.
En el caso de la aviación, lo deja más en abierto, al detallar que los "objetivos específicos de consumo de biocarburantes en aviación" tendrán que establecerse.
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