Política energética

Podemos busca aliados para cerrar todas las centrales nucleares, pero no le será fácil

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Cerrar o no cerrar las centrales nucleares. Ésa es la cuestión. Al menos la que quiere volver a debatir en el Congreso la coalición Unidos Podemos ya que el próximo lunes presentará en el registro una Proposición de Ley para cerrar las nucleares.

"A raíz del aval del CSN para reabrir la central nuclear de Garoña, el problema ya no es esta central sino que esta decisión abre la puerta al alargamiento de la vida de las nucleares hasta los 60 años, y no se debe seguir apostando por esta tecnología cuando existen alternativas más baratas que no dejarán residuos durante miles de años", explica Juantxo López de Uralde, coportavoz de Equo y diputado de Unidos Podemos por Álava.

Por eso, con esta Proposición de Ley, Unidos Podemos pretende que se reabra este debate y conseguir el consenso mayoritario de la Cámara, "esperamos que lleguemos a un acuerdo en el calendario de cierre", añade.

El documento, al que ha tenido acceso este diario, propone cerrar las centrales nucleares a medida que sus permisos de explotación caduquen, independientemente de que hayan cumplido 40 años en funcionamiento o no y hacer una apuesta clara por la transición hacia un modelo energético eficiente basado en las energías renovables.

No es la primera vez que desde las filas de Unidos Podemos se pide la aplicación de un calendario de cierre. En la Legislatura fallida pasada, a pocos días de su disolución, el 28 de abril de 2016, la coalición presentó una Proposición No de Ley en el Congreso para el establecimiento de un calendario de cierre nuclear en España.

Y no eran los únicos que lo querían. Durante el liderazgo de Pedro Sánchez, el Partido Socialista en su programa electoral de diciembre de 2015 incluyó un "calendario de cierre" de todas las centrales que se completaba, según sus cálculos, en el año 2028. La propuesta de Sánchez limitaba a 40 años el periodo de vida de estas instalaciones y el cierre inmediato del reactor de Santa María de Garoña. De hecho presentaron, el 20 de enero de 2016, una Proposición No de Ley sobre la gradual disminución en la producción de energía eléctrica por centrales nucleares.

Ahora con este otro PSOE, no hay quien se aclare. Hace unos días, el televisivo economista que coordina la ponencia económica del partido José Carlos Díez, admitió que no se había llegado “a ningún consenso” respecto a la postura del partido sobre energía nuclear y que están trabajando “todavía”, mientras que poco después el exlehendakari y aspirante a liderar el PSOE, Patxi López, defendía que las centrales nucleares que agoten su vida útil deben cerrarse, tanto en el caso de Almaraz como del resto, pero “con alternativas para la gente”.

En el caso de Ciudadanos, su postura es más ambigua. Pese a que el año pasado votó a favor del el cierre de las ocho plantas atómicas españolas a los 40 años de su funcionamiento, ahora hay dudas si mantendrá esa posición.

Unidos Podemos podría contar con el apoyo del PNV y EH-Bildu, que quieren cerrar Garoña, y queda la duda de Esquerra Republicana, Convergencia Democrática de Catalunya y Coalición Canaria, que podrían abstenerse o posicionarse en el lado del PP y Foro Asturias, a favor de la extensión de la vida útil de las nucleares.

Y si quiere contar con el apoyo de los socialistas deberían decidir si aceptan la postura socialista, es decir, que el cierre se haga de modo progresivo, cuando cada central cumpla 40 años, o mantener las tesis del partido de Pablo Iglesias, que lo quiere hacer antes, a medida que sus autorizaciones de explotación vayan caducando, es decir, en los próximos siete años.

Mientras se ponen de acuerdo, todos los partidos del arco parlamentario excepto el PP coinciden en una cosa, que Garoña se cierre para siempre. ¿Será el inicio de un consenso más amplio?

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