Portugal dice adiós al carbón. El 21 de noviembre de 2021 entrará en la historia del país luso por ser el primer día que funcionó sin carbón. De esta manera, Portugal entierra la generación eléctrica a base de carbón.
Endesa, copropietaria de la central térmica de Pego, junto a Trustenergy, apagaron la central el pasado viernes pero no fue hasta el mediodía del sábado cuando quedó totalmente indisponible la central, según datos del operador del mercado eléctrico REN.
La planta de Pego entró en funcionamiento en 1993 y ha estado en funcionamiento 28 años. Durante este tiempo, Pego funcionó bajo un contrato de compra de energía, que garantizaba, hasta el 2021, la venta de toda su electricidad a la red con ingresos predefinidos (anualmente costaba al sistema eléctrico nacional, a los consumidores, alrededor de 100 millones de euros), según informa el diario Expresso.
Pego era la única ccentral térmica de carbón que seguía en funcionamiento tras el cierre en enero pasado de la central de Sines por parte de EDP.
Pego, con 628 MW de potencia instalada, emitió entre 2008 y 2019 una media de un 4 % de las emisiones totales nacionales de gases de efecto invernadero, entre un 1,6 % y un 5,3 % en función de la producción.
En términos absolutos, la central -a unos 150 kilómetros de Lisboa-, registró una media anual de 4,7 millones de toneladas de dióxido de carbono, que la convirtieron en la segunda mayor fuente de las emisiones portuguesas tras la central de Sines, según datos de la organización ecologista Zero.
Futuro incierto
Ahora el futuro de la zona es incierto porque ambos accionistas manejan planes distintos para el futuro de los trabajadores. Mientras Endesa apuesta por energías limpias, con instalación de renovables con almacenamiento y poder prodducir hidrógeno verde, Trustenergy prefiere convertir la central de Pego en una planta de biomasa.
Sobre la posibilidad de quemar biomasa en las instalaciones, la organización ecologista aseguró que no es una solución sostenible, porque es "ineficiente y contradictoria con los objetivos de retención de carbono".
Tampoco considera que haya suficiente biomasa forestal residual en la zona y recuerda que la Comisión Europea ha establecido que a comienzos de 2027 "los Estados miembro no pueden apoyar la producción de electricidad a partir de biomasa forestal en instalaciones exclusivamente eléctricas".
Dabama
22/11/2021