El PSOE y Sumar han alcanzado un acuerdo programático para formar un nuevo Gobierno de coalición progresista tras cerrar sus líderes, Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, los detalles de un pacto que incluye mantener el impuesto a las energéticas y los bancos.
Lo que no deja claro en qué forma quieren hacerlo. Según el documento este impuesto a las energéticas formará parte de una reforma fiscal para que las compañías energéticas contribuyan al gasto público.
Hasta ahora, en el caso de las energéticas, el impuesto afecta a las empresas eléctricas, gasistas y petroleras que facturaron más de 1.000 millones en 2019, y grava las ventas con un tipo del 1,2 % salvo los ingresos regulados y los procedentes de fuera de España.
Con ello, el Gobierno recaudaría unos 3.000 millones a las compañías energéticas durante los dos años de aplicación.
Menores ingresos
Pero ahora, la 'nueva' coalición de Gobierno quiere que las energéticas sigan contribuyendo, a pesar de que sus ingresos son muchísimo menores que en el principal año de crisis cuando los precios llegaron a triplicar o cuadruplicar los actuales.
Además, este impuesto ha sido recurrido por las energéticas. En concreto, Repsol se ha mostrado convencido de que van a ganar el recurso contra el impuesto a las energéticas porque es “ilegal y anticonstitucional”.
Aparte del impuesto a las energéticas, la coalición PSOE-Sumar ha acordado incrementar los objetivos en la Ley de Cambio Climático.
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