El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha pedido al Gobierno controlar los precios del combustible en el país debido a su crecimiento pese a las medidas aprobadas la semana pasada por el Ejecutivo.
"Los precios de venta al detalle continúan creciendo. Se tomaron medidas, pero los precios crecen. Al consumidor no le interesa lo que sucede en los eslabones intermedios. El consumidor necesita resultados", afirmó.
El Gobierno ruso anunció la semana pasada de la introducción de aranceles a la exportación vinculados con el tipo de cambio de la moneda nacional, el rublo, para frenar el alza de los precios en mercado interno.
La medida, que entrará en vigor el próximo 1 de octubre y regirá hasta finales de 2024, tiene como fin impedir que los productores e intermediarios prioricen la exportación.
En ese sentido, Putin expresó la esperanza de que las medidas "funcionen", y llamó a trabajar "más estrechamente" con las compañías que se dedican a la distribución de los combustibles en el mercado interno, "para que comprendan también su responsabilidad".
Los combustibles para Rusia
Señaló que el desarrollo económico de estas compañías es de gran importancia para el Estado ruso, al afirmar que son "la gallina de los huevos de oro".
"Sabemos a qué se debe esto. Y lo comprendíamos en relación a los precios del crudo, sabíamos qué pasaría después, no es la primera vez que sucede. Los precios crecen, las compañías quieren tener las mayores ganancias, exportando al máximo (combustible)", dijo.
Según Putin, "esto es comprensible. Ellos hacen su trabajo y nosotros el nuestro, el Gobierno debe hacer otro trabajo", que debe coordinarse estrechamente con las compañías.
Ante los señalamientos del mandatario, el viceprimer ministro ruso, Alexandr Nóvak, propuso la "prohibición total de la exportación de cualquier hidrocarburo adquirido en el mercado interno" por empresas que no se dedican a la producción.
"Con esto limitaremos la posibilidad de suministros especulativos para la exportación", dijo.
Además, propuso medidas adicionales para garantizar el equilibrio del mercado interno a largo plazo y la creación de estímulos para los suministros de combustibles a este mercado.
En particular, defendió la aplicación de medidas regulatorias de los precios de los combustibles en el mercado ruso, que prevén la compensación de las posibles pérdidas de los productores debido a la reducción de sus ganancias.
No obstante, Novak defendió que el incremento de los precios de combustibles que se observa en los últimos dos días tras la brusca caída que tuvo lugar tras la implementación de aranceles a la exportación es un proceso normal.
"En los últimos dos días se observa una corrección aproximada de entre un 1 y un 2 % tras una caída brusca. Y esto es normal, porque los niveles corrientes de la bolsa reflejan la coyuntura real", estimó.
Aún así, indicó que el Gobierno estudia la posibilidad de "subsidiar el precio del petróleo suministrado a algunas regiones que lo utilizan ampliamente en la producción de energía", ya que esto impone una carga adicional a sus presupuestos "que es necesario compensar".
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