La producción de carbón en España aumentó el año pasado casi un 60%, hasta los 2,78 millones de toneladas, y el empleo en el sector un 7%, lo que no ocurría en ambos casos desde 2011, si bien el incremento de empleo se debió a las contratas y no al aumento de las plantillas de las empresas.
El presidente de Carbunión, Pedro Iglesias, ha presentado hoy los datos de evolución de la minería de carbón en España durante 2017, en que las importaciones de carbón se incrementaron hasta los 19,17 millones de toneladas, un 30,6 % más que el año anterior, especialmente por las que se hicieron para generación eléctrica, que acaparó 17,4 millones de toneladas del total.
Iglesias ha apuntado que la producción de carbón autóctono, con excepción de 2017, viene decreciendo desde 2011, mientras que las importaciones oscilan según la necesidad para generación eléctrica.
El grueso de las importaciones de carbón que se hacen en España, en concreto el 87 % en 2017, proceden de cuatro países (Colombia, Rusia, Indonesia y Sudáfrica), naciones con las que, según Iglesias, es difícil competir por los menores costes con que producen.
A pesar de la mejor coyuntura que vivió el carbón en 2017, el número de empresas siguió disminuyendo y al cierre del año había ocho, dos menos que en 2016.
Además, la plantilla de las empresas disminuyó desde los 1.675 trabajadores que tenían en 2016 a 1.592 en 2017, en torno a un 5 %, mientras que la de las contratas aumentó un 60 %, al pasar de 379 trabajadores a 605.
Las ayudas, que ya van tocando a su final, cayeron drásticamente en 2017 y pasaron de 25,7 millones en 2016 a 1,3 millones, que, además, según Iglesias, incluyen la ayuda de 10 euros por tonelada que a finales de 2017 facilitó el Ministerio por la difícil situación de precios.
Del total de la producción del año pasado en España, más del 60 % procedió de explotaciones a cielo abierto, mientras que la de las subterráneas no pasó del medio millón de toneladas.
En 2017 la producción de carbón se vio favorecida por la caída de la producción hidráulica, que obligó a utilizar las centrales térmicas que utilizan carbón y gas.
Sin embargo, en los dos primeros meses de 2018 ha bajado, aunque Iglesias espera que la producción se mantenga en el entorno de la de 2017, aunque dependerá de la meteorología.
El presidente de Carbunión ha recordado que el carbón supone un 23 % de la generación de electricidad en Europa y un 15 % en España, lo que demuestra que el país que tiene carbón lo utiliza para generar energía y ha animado a que España siga esa senda de los países europeos.
Respecto a la cuantía de ayudas que tendrán que devolver las empresas que continúen con su actividad a partir de 2019, Iglesias ha dicho que es difícil cuantificarlo, pues para eso habría que saber cuántas y cuáles van a seguir, al tiempo que ha demandado que las ayudas se puedan devolver de forma escalonada para que no interfiera en la actividad de las empresas.
Ha explicado que la continuidad de la minería del carbón dependerá de la de las centrales térmicas que lo usan como combustible, por lo que Carbunión reclama que el Gobierno pongan medidas para que las eléctricas hagan las inversiones necesarias para cumplir con la nueva normativa europea de emisiones.
Con ello, la patronal del carbón estima que a partir de 2019 las empresas mineras podrían planificar su producción con el reto de aportar entre 4 y 6 millones de toneladas al año.
También ha destacado la importancia que tiene que el cierre de las minas se haga de manera ordenada, ya hay que restaurar los terrenos y clausurar las minas subterráneas sin que se generen riesgos, al tiempo que ha advertido que si no se ordenan los cierres, las empresas pueden fallar y el coste pasa a la comunidad autónoma.
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