Elisenda Jové-Llopis y Elisa Trujillo-Baute, investigadoras de la Cátedra de Sostenibilidad Energética de la Universidad de Barcelona, han publicado un nuevo informe Funseam en el que analizan las políticas más efectivas a la hora de combatir la pobreza energética.
En 2022 un 9,3% de la población de la Unión Europea no pudo mantener su vivienda a un nivel de confort térmico adecuado. Las ayudas para solucionar el problema siguen en manos de cada uno de los estados miembros y España es uno de los que ha puesto en marcha más iniciativas: el bono social de electricidad en 2009, el bono social para calefacción en 2018 y el Programa PREE (Rehabilitación Energética de Edificios). Mientras que los dos primeros son ayudas económicas, que se centran en los ingresos familiares, el segundo pone el acento en la reducción del gasto de electricidad.
El informe analiza los resultados de todas estas ayudas y su incidencia real en la mitigación de la pobreza energética en nuestro país. Lo hace a partir de los datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares del Instituto Nacional de Estadística, que recoge información sobre el consumo en más de 20.000 hogares.
Resultados del informe sobre pobreza energética
A partir de los resultados obtenidos, se deduce que, aunque ambos tipos de políticas son eficaces para reducir el número de hogares con pobreza energética, las políticas basadas en ingresos económicos no acaban de romper la situación de vulnerabilidad. En el mejor escenario posible, el bono social de electricidad y calefacción solo salva al 9% de las familias de la pobreza energética.
En cambio, la rehabilitación podría mejorar la situación en el 91’9% de los hogares, siempre y cuando se implementasen todas las medidas posibles. Las investigadoras concluyen que el aislamiento de la fachada y la instalación de calderas de condensación son las que tienen mayor impacto en el ahorro y la iluminación eficiente la que menos.
El reto es conseguir que las medidas de eficiencia energética puedan llegar a los hogares más vulnerables. Jové-Llopis y Trujillo-Baute reclaman más compromiso financiero e investigación para contribuir, también, a los objetivos globales en materia de energía, clima, pobreza y salud.
galan
22/12/2023