Reino Unido eliminará este lunes el carbón de su producción eléctrica al cerrar, al fin de la jornada, su última central alimentada por ese mineral, lo que supone un hito en el país que introdujo el uso de ese combustible a finales del siglo XIX.
La clausura de la planta de Ratcliffe-on-Soar (centro de Inglaterra), que empezó a operar en 1968 con cuatro calentadores y una chimenea de 199 metros, supone un punto de inflexión en la trayectoria de un país que desde 1882 fue símbolo de la energía obtenida por el carbón.
Reino Unido se convierte de esta forma en la primera de las economías del G7 que elimina por completo el carbón de su generación eléctrica.
Muchos de los 170 empleados seguirán contratados para llevar a cabo en los próximos dos años el proceso de desmantelamiento de la infraestructura, según las autoridades.
Según una encuesta realizada por Climate Outreach y More in Common difundida hoy, dos tercios de los británicos (65%) apoyan el paso de los combustibles fósiles a las renovables, mientras que solo un 8% se oponen a ello.
El carbón y las renovables en Reino Unido
El director de políticas de Greenpeace UK, Doug Parr, opinó este lunes que la eliminación del carbón ha sido posible "gracias al rápido avance de las energías renovables".
"Reino Unido da un ejemplo que el resto del mundo debe seguir si queremos detener la devastación causada por la crisis climática y la polución del aire", afirmó.
Parr destacó que la transición ha de hacerse en conjunto con los sindicatos para asegurar otras oportunidades para los trabajadores.
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