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Repsol afronta su propia batalla contra el coronavirus: mantendrá el dividendo, aplaza su plan estratégico y suspende la recompra de acciones

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Repsol mantiene su compromiso de abonar un dividendo de un euro por título a sus accionistas en 2020, a pesar del impacto del coronavirus, aunque ha decidido aplazar la presentación de su nuevo plan estratégico, que estaba prevista para el próximo 5 de mayo, ante el nuevo escenario planteado por la pandemia.

De esta manera, el grupo manda un mensaje de confianza a sus accionistas, en un entorno en el que el valor se ha visto especialmente castigado en Bolsa arrastrado por el desplome de los precios del crudo por la 'tormenta' perfecta que ha supuesto la crisis sanitaria mundial del 'Covid-19' y la 'guerra' de precios del petróleo entre Rusia y Arabia Saudí.

No obstante, la compañía subraya que, "dada la extraordinaria volatilidad e incertidumbre del mercado", ha decidido posponer la presentación de su plan estratégico 2020-2025 "hasta el momento en que se vislumbre una mayor estabilidad social y de negocios".

El consejo de administración del grupo energético ha evaluado este miércoles el contexto y la evolución del actual entorno económico y, particularmente, el impacto global del 'Covid-19' y de la caída de precios en el mercado mundial del petróleo y del gas natural, y sus efectos en la actividad y los negocios de la compañía.

En concreto, la petrolera presidida por Antonio Brufau propondrá a su Junta General de Acccionistas, que se celebrará el próximo 8 de mayo, el abono el próximo mes de julio de un dividendo de 0,55 euros -que será satisfecho bajo la fórmula de 'scrip dividend'- con el que completará así la retribución a cuenta de 0,45 euros pagada el pasado mes de enero y permitirá alcanzar ese objetivo de un euro recogido en su actual plan estratégico.

SUSPENDE LA RECOMPRA DE ACCIONES

No obstante, el consejo de administración de Repsol ha decidido no incluir en el orden del día de su junta la propuesta de reducción del 5% de la cifra del capital social de la compañía a 31 de diciembre de 2018 que acordó en julio del año pasado, y que representaba una mejora en la retribución de los accionistas a través de recompra de acciones, debido a la actual situación de los mercados y las circunstancias sobrevenidas como consecuencia del 'Covid-19'.

Además, Repsol ha adoptado para sus negocios un 'Plan de Resiliencia 2020', considerando un entorno macroeconómico "muy exigente" para el resto del año de un precio promedio del barril de Brent de 35 dólares en el período abril a diciembre y un Henry Hub de 1,8 dólares por MBtu.

RECORTA UN 26% SUS INVERSIONES PARA EL EJERCICIO

Así, para hacer frente al complicado entorno puesto sobre la mesa para este 2020, Repsol pondrá en marcha reducciones añadidas de más de 350 millones de euros en los gastos operativos y de más de 1.000 millones de euros en las inversiones, así como optimizaciones del capital circulante próximas a 800 millones respecto de las métricas inicialmente presupuestadas. No obstante, este plan no contempla ninguna medida de ajuste laboral.

El grupo destacó que la flexibilidad de cartera de activos, que le "permite tomar decisiones ágiles de optimización de inversiones de capital en función del entorno de negocio", es una de las palancas "más útiles para afrontar el nuevo y complejo escenario y resulta clave para la reducción en el 26% de las inversiones inicialmente previstas para el año".

Con todo ello, incluso en este escenario, Repsol, que en su presentación del próximo 5 de mayo de los resultados del primer trimestre del año dará "una explicación más detallada" de estos planes y líneas de acción, prevé que su deuda no se incrementará en 2020 respecto a la del cierre del ejercicio 2019, que se situaba en los 4.220 millones de euros.

Con esta 'hoja de ruta' para este complejo 2020, la compañía, que destacó que cuenta con "una holgada liquidez" que le permite cubrir sus vencimientos de deuda a corto plazo y más allá, hasta el año 2024, sin necesidad de refinanciación, indicó que su objetivo financiero será preservar la solidez de su balance y el grado de inversión crediticio.

Este mismo miércoles, S&P ha reafirmado el rating de la compañía en el nivel 'BBB', aunque ha rebajado su perspectiva a 'estable', desde 'positiva', ante al impacto por la crisis del coronavirus sobre los precios del crudo.

Igualmente, el consejo de Repsol ha reafirmado el compromiso de la compañía para garantizar la salud y la seguridad de sus empleados, clientes y proveedores en sus relaciones con la compañía, así como continuar con sus operaciones para seguir suministrando productos y servicios energéticos "primordiales para la sociedad y que resultan esenciales para mantener servicios indispensables en el momento actual".

LA JUNTA, BAJO EL CUMPLIMIENTO DE LAS LIMITACIONES POR EL CORONAVIRUS

En este sentido, en el caso concreto de la Junta General de Accionistas del próximo 8 de mayo, la compañía ha decidido llevar a cabo su celebración bajo el estricto cumplimiento de la declaración del estado de alarma por el Gobierno y con las medidas para garantizar la protección de la salud de todas las personas involucradas en su organización y celebración.

Por ello, se limitará estrictamente el acceso a las salas en las que tenga lugar la Junta a aquellos accionistas que deseen participar físicamente en ella (o sus representantes) y a aquellas personas que deban asistir a ella o cuya participación se considere necesaria para el mejor desarrollo de la reunión.

REAFIRMA SU COMPROMISO CON LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA

Repsol también subraya su compromiso de liderar la transición energética, en línea con los objetivos de la Cumbre de París y los de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, manteniendo sus objetivos de reducir en 2020 un 3% el Índice de Intensidad de Carbono respecto a 2016, aumentar significativamente la capacidad de generación renovable y disminuir las emisiones de CO2 en todos los negocios.

Con todo ello, en estas condiciones extraordinarias, el grupo dirigido por Josu Jon Imaz destaca que asegura a corto plazo la solidez de su balance, "al tiempo que sigue avanzando hacia la meta de ser una compañía cero emisiones netas en el año 2050, y apostando por su transformación en una multienergética líder en el suministro de la energía de bajas emisiones que el mundo necesita".

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