Repsol deberá reducir la producción de petróleo y gas en un 65% para 2040 para mantener las emisiones alineadas con los objetivos climáticos internacionales y proteger el valor para los accionistas, según un reciente informe del grupo de expertos financieros Carbon Tracker.
Dicho informe analiza 30 de las compañías de petróleo y gas más grandes del mundo para identificar qué proyectos actuales y futuros serían rentables en un mundo bajo el Acuerdo de París, es decir, que no haga subir la temperatura del planeta más allá de os 1,6ºC.
La imagen difiere ampliamente entre las compañías dependiendo de la proporción de proyectos de bajo costo y bajo en carbono en su cartera. Entre las siete grandes petroleras, ConocoPhillips y ExxonMobil enfrentan recortes del 85% y 55% respectivamente. Shell está más alineado pero aún necesitaría recortes del 10%.
Los datos de otras 14 empresas cotizadas, incluida Repsol, se enumeran en la siguiente gráfica.
"Solo Shell, Total y Repsol tienen objetivos que incluyen las emisiones 'Alcance 3' creadas al quemar sus productos, que representan la gran mayoría del CO2 relacionado con el uso de combustibles fósiles. Si bien es una mejora para muchos pares, solo se han comprometido a reducir la intensidad de carbono de la energía que producen, lo que significa que pueden seguir aumentando la producción de combustibles fósiles, aumentando las emisiones de CO2 en general y dejando abierto el riesgo de activos varados", señala Andrew Grant, analista senior de petróleo y gas de Carbon Tracker y coautor del informe.
Hace ocho años, el informe de 2011 de Carbon Tracker advirtió que la mayoría de las reservas de las compañías de combustibles fósiles no podrían quemarse si el mundo tuviera la oportunidad de mantener el calentamiento global por debajo de los 2 ° C.
Mike Coffin, coautor del informe, advierte: "Si las empresas y los gobiernos intentan desarrollar todas sus reservas de petróleo y gas, el mundo perderá sus objetivos climáticos y los activos quedarán varados en la transición energética. La industria está tratando de tener su pastel y comérselo, tranquilizando a los accionistas y simpatizando con París, mientras sigue produciendo más combustibles fósiles”.
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