Repsol prevé dar un nuevo impulso a su presencia en el negocio de las energías renovables ampliando su expansión internacional, con presencia ya en Chile y Estados Unidos, con su desembarco en Italia antes de 2025.
En concreto, el grupo dirigido por Josu Jon Imaz define al país transalpino como uno de sus mercados objetivos en su apuesta en esta década por ser un jugador principal en el negocio de las energías verdes, según los datos facilitados por la compañía en el marco de su 'Low Carbon Day'.
Así, la multienergética aspira a incrementar en la próxima década el peso en su cartera de renovables de Italia, país en el que el año pasado vendió su negocio de carburantes en Italia a Tamoil con el traspaso de la red de 275 estaciones de servicio, con unos centenares de megavatios (MW) en el horizonte de 2030.
Repsol inició la internacionalización a gran escala en el negocio de las renovables en 2020 de la mano de la 'joint venture' con Ibereólica Renovables para desarrollar proyectos 'verdes' en Chile. Esta alianza le abrió así las puertas a un portafolio conjunto de activos en operación, construcción o desarrollo avanzado de más de 1.600 megavatios (MW) con fecha de explotación comercial en el periodo que va hasta el año 2023 y con la posibilidad de superar los 2.600 MW en 2030.
Anteriormente, el grupo ya también estaba en el proyecto WindFloat Atlantic en aguas de Portugal, el primer parque eólico flotante semisumergible del mundo, desarrollado en consorcio con EDPR, Engie y Principle Power.
SALTO A EEUU
Pero el paso más importante en esta estrategia lo dio con la adquisición en mayo del año pasado del 40% de Hecate Energy, un desarrollador de proyectos fotovoltaicos y de almacenamiento de energía, con el que entraba en un mercado estratégico para las renovables como Estados Unidos y allanaba el camino para la construcción de una empresa operativa de Repsol en el país.
Hecate Energy cuenta con una cartera de proyectos que suman más de 40 gigavatios (GW). De ellos, 16,8 GW corresponden a proyectos fotovoltaicos y de almacenamiento asociado a estos activos, que se encuentran en fase avanzada de desarrollo y 4,3 GW pertenecen a una plataforma de baterías para el almacenamiento de energía.
Además, en su acuerdo para entrar en el accionario, Repsol tiene la posibilidad de comprar la totalidad del accionariado de Hecate Energy una vez pasados tres años a un valor justo de mercado.
La apuesta por Estados Unidos es tal que el grupo prevé que en 2030 sea el país con mayor peso en su cartera de renovables, por delante incluso de España.
La generación de energía eléctrica renovable representa para Repsol una de los pilares en la descarbonización del grupo, que en diciembre de 2019 se convirtió en la primera compañía de su sector en asumir el compromiso de ser neutra en carbono en el año 2050.
En esta línea, la compañía presidida por Antonio Brufau anunció el pasado mes de octubre, con motivo de su 'Low Carbon Day' su intención de acelerar sus objetivos de generación renovable y de reducción de emisiones, elevando para ello sus inversiones en este área en esta década con respecto a las dadas un año antes en el lanzamiento de su plan estratégico.
Así, elevó en 1.000 millones de euros sus inversiones previstas en proyectos bajos en carbono para el periodo 2021-2025, hasta un total de 6.500 millones de euros.
De esta manera, la inversión destinada a iniciativas de bajas emisiones se sitúa en el 35% del total de las inversiones del grupo en el periodo 2021-2025 y el capital empleado para estos fines será del 45% en 2030.
ALCANZAR LOS 20 GW EN 2030
Con ello, Repsol prevé aumentar un 60% la capacidad instalada de generación renovable en 2030, hasta alcanzar 20 GW -frente a los 12,7 GW contemplados en la que era su hoja de ruta inicial-.
En 2025, el nuevo objetivo de capacidad instalada se sitúa en 6 GW, frente a los 5,2 GW que se marcaba en el plan estratégico que anunció en noviembre de 2020.
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