Repsol ha afirmado que las playas peruanas afectadas por el derrame de crudo "están aptas para su uso y disfrute", el día en el que se cumplen dos años del accidente en la Refinería La Pampilla, que provocó que 12.000 barriles de crudo se vertieran en la costa del norte de Lima.
"Las playas de Lima Norte, especialmente las de Ancón, así como en Ventanilla, Santa Rosa, Chancay y Aucallama, están listas desde hace meses para la pesca, el comercio y las actividades recreativas", señaló Repsol en un comunicado.
La compañía aseguró que estas playas cumplen con los estándares de calidad ambiental tanto nacionales como internacionales, algo que está sustentado, según sus palabras, por informes de laboratorios reconocidos y certificados, así como los diversos informes de las autoridades.
Indicó que "la actividad en las playas ha vuelto a la normalidad", especialmente en la localidad limeña de Ancón, donde bañistas se congregan en las costas, así como comerciantes y hosteleros realizan sus actividades económicas.
Compensaciones
"La Refinería La Pampilla ha destinado más de 1.000 millones de soles (247 millones de euros) en las tareas de limpieza, remediación y compensación. Ahora, estamos concentrando esfuerzos en proyectos productivos para la reactivación de la zona, en turismo, pesca y emprendimientos", sostuvo Repsol.
Reiteró que el 98% de los afectados ha cobrado sus compensaciones, lo que significa que son más de 10.000 personas que han recibido ayuda económica por parte de la empresa.
Y recordó que el Padrón Único de Afectados fue elaborado por el Gobierno y no por Refinería La Pampilla, y en él se incluyeron pescadores, restauranteros, vendedores al paso, tatuadores, sombrilleros, entre otros.
En cuanto a los planes de rehabilitación, afirmó que estos están siendo revisados por el Ministerio de Energía y Minas, y que "todos están a la espera de su evaluación".
"Es importante aclarar que estos planes no son necesarios para la reactivación y apertura de las zonas, puesto que las acciones de limpieza, remediación y las acciones diarias de monitoreo realizadas ya garantizan condiciones adecuadas en las playas y el mar, dado que su estado no representa riesgo para la salud, según los más altos estándares internacionales", concluyó el comunicado.
Pero por su parte, las autoridades de Perú informaron el 2 de diciembre que aún no hay evidencias concluyentes que permitan señalar que la zona afectada por el derrame esté libre de presencia de petróleo, por lo que no hay condiciones normales en la costa central para la pesca artesanal.
Por lo tanto, "no se cuenta con las condiciones para un desarrollo normal de las actividades extractivas de recursos hidrobiológicos relacionado con la pesca artesanal", según la evaluación fue realizada por el Instituto del Mar del Perú (Imarpe), entre el 12 y el 26 de junio pasado, en 90 estaciones de muestreo, en la línea de costa y frente al borde costero.
Además, informó que la Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria (Digesa) del Ministerio de Salud, reveló el pasado 17 de noviembre que, de las 30 playas de baño y recreación impactadas por el derrame, "25 se encuentran aún en condición de afectadas".
El derrame de petróleo se produjo el 15 de enero de 2022 en el terminal multiboyas número 2 de La Pampilla, en el distrito limeño de Ventanilla, cuando un buque se disponía a descargar hidrocarburos en la refinería.
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