La República Checa pretende eliminar su dependencia del petróleo ruso gracias al aumento de la capacidad del oleoducto TAL desde el puerto italiano de Trieste, ha informado en Praga el primer ministro checo, Petr Fiala, tras reunirse con su homóloga italiana, Giorgia Meloni.
"El oleoducto TAL es clave, y en este momento se ha llegado a un acuerdo entre la sociedad (checa) MERO y el consorcio TAL para realizar un proyecto que debería acabarse en 2024", ha afirmado el primer ministro checo.
Fiala no precisó cifras sobre el aumento de las capacidades pero la prensa checa estima que a través de este conducto transalpino, tras unas inversiones de entre 50 y 64 millones de euros, podrán llegar a ser de 7 a 8 millones de toneladas de crudo por año.
El oleoducto conecta Trieste, al que llegan barcos petroleros de todo el mundo, con Alemania (a través de Austria) desde donde el conducto se conectará con el oleoducto IKL hacia el país centroeuropeo.
El petróleo de República Checa procedente de Rusia
El oleoducto TAL es propiedad de un consorcio de ocho empresas petroleras.
El país importó casi 7 millones de toneladas de crudo, del cual, la mitad llegó por el oleoducto IKL y la otra mitad por el oleoducto ruso Druzba.
El objetivo, según el primer ministro checo, es "librarse de la dependencia de los combustibles fósiles rusos".
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