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Reynés...con él cambió todo en Naturgy

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Hace cuatro años, en febrero de 2018, Francisco Reynés asumía la presidencia Gas Natural Fenosa, una compañía que no solo ha cambiado de nombre bajo su liderazgo convirtiéndose en Naturgy, sino que ha sufrido una profunda transformación que culmina hoy con su escisión en dos sociedades.

Procedente de Abertis, donde fue consejero delegado de 2010 a 2018, Reynés (Palma de Mallorca, 1963) aterrizó en Gas Natural Fenosa como presidente ejecutivo en sustitución de Isidro Fainé con el objetivo de transformar la empresa, imprimiendo desde un primer momento su huella personal.

Nada más llegar, el directivo se puso manos a la obra con la elaboración del nuevo plan estratégico y, tras analizar el funcionamiento de la gasista durante unos meses, redujo de 17 a 12 miembros el tamaño del consejo de administración, suprimió la comisión ejecutiva y recortó también el número de áreas de negocio, para simplificar la estructura y hacerlas más autónomas.

Tras ese cambio de puertas adentro llegó otro que afectaba a la imagen externa: Gas Natural Fenosa, una empresa con 175 años de historia, pasaba a llamarse Naturgy, con el fin de buscar una denominación más corta e internacional, y para dejar claro que no era solo una compañía gasista, sino una energética.

Tan solo un día después, el 28 de junio de 2018, la nueva Naturgy se estrenaba en Londres con la presentación de su plan estratégico hasta 2022, donde Reynés anunciaba su previsión de entrar en pérdidas contables tras depreciar activos por un total de 4.900 millones de euros.

Un arranque de mandato tan intenso ya era señal de los grandes cambios que iba a vivir la empresa en los años venideros, como así ha sido.

Hombre de confianza de La Caixa, Reynés ha apostado estos últimos años por las renovables y la venta de negocios no estratégicos para centrarse en países estables.

Así, ha sellado operaciones como la salida de la empresa de Egipto, la desinversión en Iberafrica, la compañía encargada de las actividades de generación en Kenia, o la venta de su participación del 96 % en su subsidiaria de redes de electricidad chilena.

También alcanzó un acuerdo importante con la argelina Sonatrach, su principal proveedor de gas, para revisar los contratos de gas existentes entre ambas partes.

En 2020, los cambios impulsados por Reynés llegaron también a la estructura directiva del grupo, reduciendo la cúpula a nueve ejecutivos de la máxima confianza.

Una fecha clave en la corta historia de Naturgy fue el 26 de enero de 2021, día en que el fondo australiano IFM lanzó una opa para hacerse con el 22,69 % de la compañía española, que decidió posponer la presentación de su nuevo plan estratégico a la espera de conocer el desarrollo de la oferta.

Este nuevo plan se presentó finalmente en julio de 2021, y contempla una inversión de 14.000 millones de euros hasta 2025 para dar un salto sustancial en renovables, negocio al que destinará 8.700 millones, y para afianzarse en redes de distribución, con una inversión de 4.100 millones.

Respecto a la resolución de la opa, IFM se tuvo que conformar al final con el 10,8 % del capital, pero el fondo ha seguido comprando paquetes accionariales y controla ya el 12 % de Naturgy. Hoy se ha sabido que su hombre fuerte en España, Jaime Siles, entrará en el consejo de la energética.

Así lo ha anunciado este jueves la empresa española, que además ha dado un paso más en su proceso de transformación con su división en dos empresas cotizadas: una para el negocio regulado y otra para el liberalizado.

Con este proyecto, bautizado como Génesis, Naturgy quiere potenciar su apuesta por la transición energética y afrontarlos cambios del sector de una forma que permita el desarrollo de cada uno de sus negocios de manera independiente.

Todos estos cambios se producen después de que Naturgy haya recortado su plantilla en un total de 9.399 personas en los cinco últimos años, es decir, de 2015 a 2020, debido a las desinversiones realizadas en algunos países y a desvinculaciones laborales pactadas con los empleados.

Al cierre de 2015, Naturgy -la entonces Gas Natural Fenosa- sumaba una plantilla total de 19.939 personas, después de haber integrado a finales de 2014 a la compañía chilena CGE, en lo que supuso su mayor operación internacional. Cinco años más tarde, la multinacional cerró 2020 con una plantilla total de 10.540 personas.

Solo en el último año, es decir, entre 2019 y 2020, la plantilla global de Naturgy ha descendido en 1.307 personas, desde los 11.847 empleados al cierre de 2019 hasta los 10.540 trabajadores a finales de 2020.

Naturgy ha alcanzado en 2021 un beneficio de 1.214 millones de euros gracias a las desinversiones de negocios en el extranjero, que han compensado los costes del plan de salidas en España y los asociados a ceses de contratos de gas, con lo que ha dejado atrás los números rojos de 2020, cuando perdió 347 millones un deterioro por valor de 1.363 millones en su actividad de generación convencional en España y en las actividades de gas en Argentina.

Un artículo de Gemma Bastida para la Agencia EFE.

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