La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha afirmado este miércoles que España respalda la nueva estrategia de adaptación a la crisis climática anunciada hoy por la Comisión Europea ante los riesgos “cada vez más frecuentes e intensos”.
El objetivo de esta estrategia, que ha de ser "inteligente, rápida y sistemática" según declaraciones de la ministra, pasa por mejorar las acciones de adaptación respecto al cambio climático ante efectos como el aumento de la temperatura global, las sequías o las inundaciones.
Los fenómenos meteorológicos relacionados con la crisis climática en la Unión Europea generan pérdidas anuales de más de 12.000 millones de euros, según datos de la propia Comisión, que calcula además un aumento de dichas pérdidas hasta los 170.000 millones al año, en caso de que las temperaturas se incrementen a corto plazo en 3 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales.
Ribera ha recordado que "la Europa mediterránea sufre unos impactos distintos que la Europa del norte" y ha insistido en que, de aquí a 2050, Europa debe ser “no solo climáticamente neutra, sino resiliente” y capaz de tratar con anticipación los riesgos climáticos.
La estrategia europea tiene además el reto de promover iniciativas de adaptación a nivel global, a través de una acción internacional que incluya un enfoque específico destinado a “la mayor resiliencia en África, en pequeños estados insulares, en el Caribe y en aquellos pequeños estados en los que la capacidad de resiliencia es menor”.
En este sentido, la recopilación, análisis e intercambio de datos permitirá conocer los modelos productivos o novedosos ante riesgos que “no queremos correr en los hogares o ciudades" y así "planificar cómo actuar o qué cultivar".
La responsable de medioambiente considera que la iniciativa europea está "en línea con nuestro plan nacional de adaptación al cambio climático”, aprobado en septiembre de 2020 y cuyo principal objetivo es “construir un país menos vulnerable, más seguro y resiliente”.
Ribera ha aprovechado para calificar de “excelente” la medida anunciada también por Bruselas para monitorizar los efectos del cambio climático sobre la salud a través de un nuevo observatorio que resultará “clave para el bienestar de las personas” ante la incidencia entre la calidad del aire y los fenómenos meteorológicos extremos.
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