Política energética

Ribera da como fecha "orientativa" 2025 para el fin del carbón y se muestra contraria a alargar las centrales nucleares

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La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha puesto en 2025 la fecha "orientativa" para el fin del carbón en España, para lo que ve necesario impulsar "alternativas" para las comarcas afectadas y ha mantenido su voluntad, también expresada en el programa electoral del PSOE de cerrar las centrales nucleares cuando cumplan 40 años de vida útil.

Ribera ha señalado en declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Europa Press que es una "cuestión prioritaria" tener un compromiso para generar alternativas "reales" y voluntad de diálogo con las comarcas mineras y con centrales térmicas y nucleares que ven con "legítima" preocupación el fin en el medio plazo de su actividad.

Así, ha puesto como fecha orientativa al fin del carbón el año 2025, aunque ha precisado que no hay una "decisión cerrada" y en 40 años de vida útil el cierre de las centrales nucleares. Para Ribera en este escenario de caída de peso paulatino del carbón en el mix, es preciso un compromiso "muy serio" sobre las alternativas que requieren un régimen de flexibilidad para acomodar a las personas en el territorio.

En cuanto a las nucleares, ha recordado que figura en el programa electoral de PSOE su cierre a los 40 años de vida útil y ha añadido que "nada" apunta que cerrarlas más tarde de esa fecha pueda ser más barato, frente a los "otro tipo de riesgos" que supone alargar su actividad que, requeriría otra inversión adicional que deberá ser estimada por los financiadores.

En este contexto energético, la nueva ministra se ha comprometido a hacer "un esquema" que permita "entender" el recibo de la luz, lo que se paga o no en el recibo de la luz, lo que se está dispuesto a pagar y los riesgos e hipotecas que se está dispuesto a asumir y, en base a esto, decidir en qué momento se quiere impulsar un proceso de cambio "sumamente eficiente" que si es renovable, augura que tendrá un coste más reducido y precios más estables en el medio y largo plazo pero con una inversión mayor. "El gran desafío será entender el negocio", ha manifestado.

Respecto al "bolsillo" del consumidor, el recibo, según la ministra, este depende de las reglas del sistema de fijación de precios de la factura, en la que ha restado importancia a las primas de las renovables y ha subrayado, por ejemplo el pago por capacidad, la moratoria nuclear o el pago por la gestión de los residuos nucleares o el pago por kilowatios de origen hidroeléctrico. "Hay que repasar un poco de qué estamos hablando", ha resumido.

Por otro lado, confía en que se pueda desacoplar "rápidamente" el crecimiento económico del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero para lo que cree necesario cambiar el modelo de crecimiento tradicional que "no es viable", por lo que insiste en que el Gobierno debe emitir "señales económicas adecuadas de valor y desvalor para los inversores" y ser muy eficientes en los consumos energéticos.

"Mi objetivo en el tiempo útil que disponemos en esta legislatura es poder orientar esas señales para que todos los operadores económicos, institucionales y la sociedad vayan asumiendo modelos de decisión mucho más coherentes y ese desacoplamiento se haga evidente, obvio de aquí a muy poco tiempo. Hoy esta señal está muy mitigada", ha apuntado.

En este tránsito para cumplir el Acuerdo de París, Ribera ha destacado el papel "fundamental" de los actores locales que tienen competencias por ejemplo en movilidad, espacios verdes o percepción ciudadana.

De esta manera, ha citado a Ayuntamientos "valientes, de colores muy diferentes" que son "generalmente más de la izquierda pero no solo" y se ha referido expresamente a ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, Zaragoza, Valladolid o Vigo, de las que ha dicho que están "intentando hacer las cosas de manera distintas".

BORRADOR DE CAMBIO CLIMÁTICO CON "CARENCIAS IMPORTANTES"

La ministra de la Transición Energética, Teresa Ribera, ha indicado que sus prioridades "en lo que queda" de legislatura serán la aprobación de la Ley de Cambio climático y la estrategia de transición energética, que empezará a elaborar "ya" tras encontrarse con un borrador del Gobierno anterior "interesante" pero con "carencias importantes" y "poco claro" en la forma de involucrar a todos los sectores sociales.

La ministra apostará el resto de legislatura por un modelo de energía y clima que permita generar "consensos" sobre las prioridades que "todos" los cambios requieren para acometer la transición a una economía baja en carbono.

Tras regresar de Luxemburgo, donde se ha reunido con los ministros de Energía y Medio Ambiente de los Veintiocho, ha expuesto que el cambio de nomenclatura ministerial ha sido recibida "fantásticamente" porque representa una "mirada al futuro" en el que energía, clima, medio ambiente, aspectos sociales han dejado de ser cosas contradictorias.

De hecho, ha dicho que este futuro que se está abordando "casi" a escala global y que el proceso está "en marcha" en Europa desde hace tiempo de modo que los trabajos de la Comisión de Energía y Clima de la UE están "muy avanzados" y suponen, en su opinión, una señal de modernización de la industria, de la energía y de la sociedad.

Finalmente, ha expuesto que en Europa el debate está en ofrecer señales claras que orienten a empresas, reguladores y ciudadanos sobre la forma de construir la coherencia entre las distintas políticas para avanzar en la transición energética.

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