La vicepresidenta de la Comisión Europea para la Transición Limpia, Teresa Ribera, ha defendido que la simplificación de las normas de sostenibilidad corporativa propuesta por la institución logra un "equilibrio" entre mantener las exigencias para las empresas más grandes y aligerar las cargas para las pequeñas.
En entrevista con EFE, Ribera incidió en que existe una diferencia entre simplificar las normas y desregular para volver a un escenario sin referencias comunes y se mostró optimista con respecto a las posibilidades de que, incluso las empresas que dejarán de estar obligadas a informar sobre su sostenibilidad, sigan haciéndolo.
La exvicepresidenta del Gobierno español se pronunció así tras presentar este miércoles el Pacto de Industria Limpia, que busca acelerar la descarbonización y la reindustrialización de la Unión Europea, y varias propuestas para simplificar la directiva sobre informes de sostenibilidad corporativa, la de diligencia debida en materia de sostenibilidad y la clasificación de inversiones verdes, conocida como taxonomía.
Ribera y la sostenibilidad
Estas propuestas prevén reducir en un 80% el número de empresas obligadas a presentar informes sobre su impacto en la sostenibilidad medioambiental y social, de modo que solo las más grandes estén forzadas a hacerlo, suavizan las multas mínimas para las que incumplan su deber de mitigar su impacto negativo o el de sus proveedores, y aplazan la aplicación de estas reglas, entre otras medidas.
Preguntada sobre si estas medidas reducen la ambición climática de la UE, Ribera recordó que cuando hace años Bruselas se fijó estas normas de finanzas sostenibles lo hizo respondiendo a una demanda del mercado, que pedía "transparencia", "indicadores", "estrategias de diversificación" y una "taxonomía que permitiera saber qué significaba una emisión de deuda verde".
Desde entonces, la puesta en marcha de las mismas ha revelado que generan "unas demandas muy exigentes para las grandes, pequeñas y medianas" empresas y en algunos casos, creaban "un panorama complejo o muy exigente desde el punto de vista temporal", por lo que "hay un punto claramente legítimo en esta preocupación que trasladaba la industria".
En este contexto, consideró que Bruselas ha "encontrado una solución en la que se equilibran" las exigencias a las compañías más grandes, la claridad con respecto a la taxonomía, y "una flexibilidad mayor para las empresas de tamaño medio y para la exención de las pymes".
"Esto ha sido quizás uno de los aspectos más sensibles, más difíciles", dijo Ribera, quien señaló que la Comisión ha querido "poner en valor que una cosa era simplificar y otra era desregular o perdernos en un escenario donde dejaba de haber cualquier referencia común y, por tanto, volvíamos a un esquema donde cada cual reportaría como fuera" .
Aunque reconoció que si el ejercicio hubiera dependido enteramente de ella "no lo hubiera hecho así", dijo estar "razonablemente satisfecha" con el resultado.
Asimismo, consideró que se puede ser "optimista" puesto que las grandes empresas harán lo que les exigen las disposiciones aprobadas hoy y las medianas, muchas de las cuales ya han empezado a presentar informes de sosteniblidad, "es más que probable que aunque no sea obligatorio sigan haciéndolo".
Ayudas de Estado
Por otro lado, la vicepresidenta, también responsable de Competencia, avanzó que la semana que viene publicará la propuesta para adaptar las normas de ayudas de Estado al Pacto de Industria Limpia, un documento que prevé que estas jueguen un papel crucial en el apoyo a la descarbonización industrial.
Preguntada por el riesgo de que un mayor margen para conceder ayudas públicas lleve a una carrera de subsidios dentro de la UE, Ribera destacó la importancia de tener "visión del conjunto".
"Si lo que hacemos no piensa en cómo garantizar una equidad en el trato y permite que en función de la capacidad fiscal de cada Estado miembro haya situaciones muy diferentes, no estaremos contribuyendo a una UE unida, competitiva (...) y que gane con esas economías de escala", dijo.
Defensa y seguridad económica
Interrogada sobre la competencia por la financiación entre los objetivos de descarbonización e industrialización con otras metas europeas urgentes, como el impulso a la defensa, Ribera consideró que Europa tiene que reafirmarse a nivel externo en un "contexto geopolítico convulso" pero también a nivel interno, por lo que será necesario no solo reforzar la defensa sino también la seguridad económica.
En este sentido, la búsqueda de recursos para ambas se abordará dentro del debate sobre el marco financiero de la UE para 2028-2034 en el que "habrá que ver de qué forma aprendemos de los instrumentos más recientes, esa emisión de deuda conjunta que sirvió para recuperar la economía tras la crisis de la covid o para reforzar nuestros sistemas energéticos tras la invasión de Ucrania", dijo en referencia al fondo de recuperación.
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