La Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, junto a sus homólogos mediterráneos, ha logrado salvar 'in extremis' a la biomasa de limitar la extracción de residuos de los montes. Tras más de un año de incertidumbre y varios meses de intensas negociaciones, la nueva Directiva de Renovables (RED III) de la Unión Europea endurece aún más los criterios de sostenibilidad para el sector de la biomasa.
El texto final acordado hace más extensivos los criterios a una mayor cantidad de centrales —concretamente a todas aquellas cuya capacidad supere 7,5 MWt—, limita la retribución a la generación eléctrica a partir de biomasa forestal si no es en casos excepcionales (como en zonas de transición justa, con tecnologías de captura y almacenamiento de carbono asociadas o en regiones ultraperiféricas como las islas) y regula aspectos como el uso en cascada de la biomasa.
Sin embargo, la Comisión Europea no ha incluido dentro de la Directiva la definición de biomasa forestal primaria que, en el caso de España, habría supuesto un gran problema al limitar la extracción de la biomasa de los montes para uso energético, la cual sin gestión forestal, de movilización y extracción de los bosques agravaría los casos de incendio.
La Plataforma Española de la Biomasa (Bioplat), por su parte, se congratula por este acuerdo. Sin embargo, lamenta que se hayan establecido nuevas limitaciones que deben aplicarse de manera retroactiva, como aumentar al 80% el ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero en las centrales respecto a la alternativa fósil, tanto para centrales existentes como para las nuevas-
Proceso de actualización
En el proceso de actualización de la Directiva, el modelo de negocio de la biomasa en los países del norte de Europa, donde grandes centrales de carbón de cientos y miles de MW se reconvirtieron a centrales de biomasa tras las restricciones políticas al uso del carbón, ha condicionado en gran medida la posición del Parlamento Europeo, que optaba por limitar drásticamente el consumo de biomasa forestal en la RED III mediante el establecimiento de una definición de 'biomasa leñosa primaria' que prácticamente englobaba toda la biomasa forestal, excepto la generada por las industrias forestales. Todo ello con el objetivo de establecer que no se pudiera valorizar energéticamente, ni retribuir o beneficiarse de medidas de apoyo esta denominada ‘biomasa leñosa primaria’.
Para España, el establecimiento de esta definición en la nueva Directiva de Renovables hubiera impactado de forma muy negativa, no solo en el sector de la biomasa, sino en los montes y en el sector forestal, situación que fue analizada en el Manifiesto Científico promovido por Bioplat y firmado por más de un centenar de científicos y académicos españoles y que se remitió al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a finales de 2022.
Ahora, el sector, una vez despejadas las incógnitas y con las normas claras tras el acuerdo alcanzado sobre el texto definitivo de la RED III, "continuará demostrando que es posible conjugar la sostenibilidad y la conservación de nuestro capital natural con la gestión forestal sostenible, la lucha contra los incendios forestales, la transición energética y la bioeconomía" concluyen desde Bioplat.
Asimov
21/04/2023