Este Gobierno parece que tiene prisas por dar buenas noticias. Las que sean pero rápido. Y en ese afán de luchar contra el reloj, el miércoles, a las tres de la tarde, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo convocaba a las seis de la tarde a los medios para presentar el acuerdo alcanzado con la multinacional Vestas respecto al futuro de la fábrica que quiere cerrar en Villadangos del Páramo en León.
Los medios que acudieron 'prestos' a conocer la buena nueva tuvieron que armarse de paciencia y esperar tres largas horas para irse a casa con las manos vacías. La rueda de prensa ni siquiera se llegó a realizar. Según ha podido saber El Periódico de la Energía, era imposible que se pudiera informar a los medios de nada a las seis de la tarde porque la reunión entre representantes del Ministerio de Industria y del de Transición Ecológica, empresa y sindicatos, además del viceconsejero de Economía de la Junta de Castilla y León, Carlos Martín Tovalina y la Fundación Anclaje, al parecer interesada en la viabilidad del proyecto, no solo no había acabado sino que ni siquiera se había cerrado ningún acuerdo.
Visto el nivel de ridículo del Ministerio, a última hora de la noche, se le debió ocurrir al secretario general de Industria, Raúl Blanco, anunciar que se había llegado a un inicio de principio de acuerdo con Vestas que se perfilará "en las próximas horas o días" porque estos son "a veces son más laboriosos de lo que inicialmente se preveía". En él dice que se iban a garantizar una serie de medidas con el fin de generar otras capacidades industriales en la zona, ya sea del mismo sector o de otros, además de la recolocación de los trabajadores.
Fue la gota que colmó el vaso. Poco después tanto la Junta de Castilla y León como los sindicatos cuestionaron la verdad de estas afirmaciones**, negando que hubiera ningún pacto**, ya que no está garantizado que la planta seguirá funcionando, ya sea con Vestas o con otra empresa, aunque han puntualizado que las negociaciones no se han roto y que continuarán, con un nuevo encuentro que se celebrará previsiblemente el viernes.
Lo que sí han confirmado a este diario fuentes de la empresa es que la fábrica de León va a cerrar, siguiendo los planes que la eólica danesa anunció el pasado 27 de agosto, y que se están estudiando propuestas para mitigar el impacto del cese de la producción en 2019.
El viceconsejero de Economía de la Junta de Castilla y León, Carlos Martín Tobalina, ha subrayado que "no hay ningún acuerdo" ya que este pasa "únicamente por una garantía real y cierta" de que ya sea Vestas u otra empresa mantenga la actividad industrial y el trabajo en la planta.
El vicesecretario general de UGT en Castilla y León, Evelio Angulo, ha descartado que exista un acuerdo, aunque seguirá negociando porque la situación afecta al tejido industrial de la comarca, que se ha visto afectada por la crisis.
De la misma manera, el secretario de Política Sindical de CCOO Industria en Castilla y León, Juan Manuel Ramos, ha achacado la negativa de acuerdo a la falta de propuestas de la empresa, a la que quieren "arrancar un compromiso mayor" con el tejido industrial de la zona.
Habrá que esperar al viernes.
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