Rusia ha acusado a Ucrania de querer atacar y hacerse con el control de la central nuclear de Kursk durante su incursión en esa región fronteriza rusa, operación militar que cumple un mes el viernes.
"No hay ninguna duda de que (los ucranianos) querían atacar y hacerse con el control de la central de Kursk", dijo Alexéi Lijachov, jefe de la agencia nuclear rusa, Rosatom, en rueda de prensa conjunta en el enclave ruso de Kaliningrado con el director general del OIEA, Rafael Grossi.
Lijachov destacó que Kiev hubiera logrado su objetivo de no terciar la intervención a tiempo de los soldados rusos, la Guardia Nacional y la seguridad de la planta.
En su momento, algunos analistas internacionales aseguraron que la toma de la central era uno de los objetivos de Kiev, que se proponía emplearla como moneda de cambio para recuperar el control de la planta de Zaporiyia.
Las centrales de Kursk y Zaporiyia
A su vez, advirtió que en caso de que la planta atómica de Kursk -que recordó "está en funcionamiento"- sea objeto de un ataque enemigo, "Chernóbil -escenario de la mayor catástrofe nuclear de la historia- parecerá un juego de niños".
Denunció que crecen las amenazas contra las centrales nucleares bajo control ruso y contra sus operarios, que tachó de "acciones terroristas", y llamó al OIEA a valorar la situación de la manera objetiva.
"Esto simplemente demuestra que en Kiev no se calman, que continúan lanzando ataques contra la infraestructura, las plantas nucleares, el personal", añadió.
Mientras, Grossi admitió "diferencias" con Rusia, pero subrayó que todas las partes están "comprometidas" con el diálogo sobre la cuestión nuclear, lo que consideró "indispensable", y que la sola presencia del OIEA es un "activo" para Moscú, Kiev y la comunidad internacional.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios