La compañía alemana RWE obtuvo un beneficio neto de 1.450 millones de euros en 2023, lo que supone casi un 47% menos que las cifras registradas un año antes, después de reducir su facturación y pagar más impuestos.
Según ha informado la compañía en un comunicado, su facturación cayó un 25,7% en 2023 con respecto a 2022, hasta los 28.566 millones.
De esta cifra, 25.082 millones correspondieron a su negocio de electricidad, lo que supone un descenso del 19,3% con respecto al año anterior, mientras que 1.750 millones provinieron de su área de gas, un 62,2% menos.
Los datos de RWE
El resultado bruto de explotación o ebitda ajustado de la compañía aumentó un 32,8% en 2023 hasta los 8.378 millones, mientras que la deuda neta ascendió a 6.600 millones a cierre de 31 de diciembre, frente al resultado positivo de 1.630 millones de un año antes.
En un comunicado, la compañía ha informado de que sus áreas de eólica marina, terrestre, solar y de suministro y comercio avanzaron con respecto al año anterior, al tiempo que disminuyó el negocio del carbón y la nuclear.
Durante el pasado ejercicio RWE invirtió 11.400 millones, frente a los 4.400 millones de un año antes, dentro de los que destaca la adquisición de Con Edison Clean Energy en Estados Unidos, una operación que cerró en marzo de 2023 por 6.300 millones.
A ello se suma la adquisición de nuevas instalaciones de energía eólica y solar y sistemas de almacenamiento de baterías tanto en Europa como en Estados Unidos.
La compañía, además, ha explicado que durante 2023 hizo frente a una mayor carga fiscal, debido a que amortizó activos por impuestos diferidos, por lo que tuvo un cargo en este ámbito de 2.409 millones, frente a las ganancias de 2.277 millones de un año antes.
Con respecto a la producción de energía de la compañía, esta alcanzó los 129.701 gigavatios horas (GWh), un 17% menos que un año antes, de los que alrededor del 35% correspondieron a energías renovables.
De cara a 2024 RWE prevé peores resultados, con un ebitda ajustado que se situará en una horquilla de entre 5.200 y 5.800 millones, y un beneficio neto ajustado del negocio principal de entre 1.900 y 2.400 millones.
Además, la compañía ha anunciado que propondrá elevar el dividendo hasta los 1,1 euros por acción.
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