Ryanair, la aerolínea de bajo costo, se ha ganado el dudoso 'honor' de entrar en la lista de los 10 principales emisores de carbono de Europa, después de que datos recientes mostraron que la aerolínea ahora contamina tanto como las centrales eléctricas de carbón del viejo continente.
Según las estadísticas del sistema de comercio de emisiones (ETS) publicadas ayer, 1 de abril, Ryanair ahora ocupa el décimo lugar en una lista que anteriormente era del dominio exclusivo de las centrales eléctricas de carbón europeas.
Alemania contribuye con siete centrales eléctricas a la lista, mientras que la instalación de Belchatow en Polonia sigue siendo el rey de los emisores.
La aerolínea irlandesa entró en el ranking a pesar de un difícil 2018 en términos de actividad industrial, ya que normalmente las emisiones disminuyen cuando hay falta de actividad. La producción de CO2 en realidad aumentó un 7% hasta 9,9 millones de toneladas.
En general, las emisiones de ETS disminuyeron en un 3,9% gracias casi en su totalidad a un menor uso de la energía del carbón. Pero el sector de la aviación se opuso a la tendencia y continuó con un aumento interanual. En 2016, las emisiones de carbono crecieron un 8%, un 4,5% al año siguiente, mientras que en 2018 aumentaron un 4,9%.
Desde 2013, ha habido un aumento de casi el 25% y un inventario en profundidad realizado en enero mostró que la cantidad de kilómetros de pasajeros se ha disparado, anulando los avances en la tecnología del motor y la eficiencia del combustible.
Las nuevas cifras cuentan solo una parte de la historia, ya que solo cubren vuelos dentro de la UE. Cuando se toman en cuenta las emisiones globales, es probable que la cantidad total de emisiones sea aún mayor.
El grupo de movilidad limpia Transport & Environment dijo en un comunicado que “cuando se trata del clima, Ryanair es el nuevo carbón. Esta tendencia solo continuará hasta que Europa se dé cuenta de que es necesario poner en línea este sector comprometido y no regulado”.
La aviación continúa gozando de un estado libre de impuestos en lo que respecta al combustible, no se cobra ningún impuesto al valor agregado en los billetes y las aerolíneas son elegibles para los permisos de carbono gratis bajo el ETS.
T&E agregó que "no es de extrañar que el modo de transporte más comprometido sea también el de mayor crecimiento de emisiones de CO2" y pidió que se retiren los permisos del sector.
Sin embargo, la situación fiscal podría cambiar, después de que Bélgica, Holanda y Francia sugirieron que los impuestos sobre el queroseno y el IVA en los billetes podrían ser opciones para ayudar a reducir las emisiones del sector del transporte.
En una reunión de ministros de medio ambiente en marzo, Bélgica insistió en un debate sobre el tema, sugiriendo que las discusiones “permitirían a la próxima Comisión Europea hacer propuestas adecuadas”.
Los asuntos fiscales son una competencia exclusiva de los estados miembros de la UE, por lo que los intentos de imponer las reglas de la UE necesitarán la aprobación unánime de los 28 países miembros.
Pero el impuesto pronto podría convertirse en un área más fácil para maniobrar, ya que la Comisión ha propuesto eliminar el requisito de unanimidad de ciertas áreas políticas, incluidos los asuntos ambientales.
Una reciente estrategia climática a largo plazo publicada por el ejecutivo de la UE, que pretendía mostrar a Europa cómo puede cumplir con el Acuerdo de París, insiste en que los impuestos siguen siendo una de las herramientas más poderosas disponibles.
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