La visita del canciller alemán Olaf Scholz a Madrid ha traído el primer encontronazo entre el gobierno de España y el germano. Y este primer choque se ha dado en el debate de la taxonomía verde, aquellas inversiones que se van a destinar a energías limpias, con una mejor financiación, para lograr los objetivos de descarbonización en la Unión Europea.
La última propuesta de la Comisión Europea abría la puerta a que tanto la energía nuclear, respaldada por Francia, como el gas, apoyado por Alemania, entrasen a formar parte de esta nueva taxonomía verde, algo a lo que España se opone con rotundidad.
Y en el encuentro entre Pedro Sánchez y Olaf Scholz las diferencias se mantienen. El presidente del Gobierno español se ha mantenido fuerte en su posición de no incluir el gas como energía transitoria en la nueva taxonomía verde. "Tenemos posiciones diferentes" ha destacado Sánchez, quien aseguró que España estará por la labor de un debate constructivo respecto a la taxonomía verde, "pero consideramos que la taxonomía tiene que ser realmente verde".
Sánchez pidió que no se confunda la necesidad de tener gas en el mix eléctrico de un país con considerar verde al gas para que obtenga dinero fácil en la financiación y "así poder lograr ese objetivo de emisiones cero que nos hemos propuesto en la UE".
Por su parte, el canciller alemán ha preferido esquivar la pregunta y no entrar en las diferencias entre España y Alemania respecto a cómo afrontar esta crisis de precios energéticos.
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