El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el canciller alemán, Olaf Scholz, certificarán este martes su alianza en favor del impulso de las interconexiones energéticas en la Unión Europea y, en particular, la que debería unir la península ibérica con Francia a través de los Pirineos.
Sánchez ha sido invitado por Scholz a reunirse con él y participar en una sesión extraordinaria de su Consejo de Ministros en la que durante dos días va a abordar la estrategia de seguridad nacional y los problemas de suministro energético derivados de la guerra en Ucrania.
El jefe del Ejecutivo asistirá a la primera jornada (lo que le impedirá presidir la habitual reunión de los martes del Consejo de Ministros) y para ello se desplazará hasta la localidad de Meseberg, a unos 70 kilómetros de Berlín y cuyo castillo ha sido el sitio elegido por el canciller alemán para reunir a su Gobierno.
Las interconexiones de gas en Europa
Ese fue el lugar en el que en 2015 hubo un encuentro entre los entonces jefes de Gobierno de los dos países, Angela Merkel y Mariano Rajoy.
La reunión de Sánchez con Scholz y con todos los ministros alemanes llega en un momento en el que Europa está intentando impulsar alternativas para garantizarse el suministro de gas ante lo que el presidente del Gobierno califica de "chantaje energético" de Vladímir Putin tras la invasión de Ucrania.
España lleva años reclamando la interconexión gasística con Francia a través de los Pirineos (el denominado MidCat), un proyecto que en la coyuntura actual recobra protagonismo hasta el punto de que Scholz reclamó hace días que se impulsara.
Pero se trata de una iniciativa que siempre ha contado con las reticencias de Francia, que hace dos semanas reiteró su oposición a ese proyecto de gasoducto que conectaría sus redes con las españolas por Cataluña y que fue abandonado en 2019 porque se estimó que difícilmente se podría rentabilizar.
Según París, el MidCat no sólo sería muy costoso (más de 3.000 millones de euros), sino que su puesta en marcha tardaría años, no permitiría afrontar la crisis energética actual provocada por la guerra en Ucrania y es difícilmente justificable ahora que la UE pretende prescindir a medio plazo de los hidrocarburos.
La negativa de Francia
Sánchez, en su reciente gira latinoamericana, aseguró que tiene la intención de persuadir al presidente francés, Emmanuel Macron, de la necesidad de esa interconexión, que recordó que forma parte de los planes de la Comisión Europea y que contaría con financiación comunitaria
Pero advirtió de que si Francia mantiene su rechazo, existe un plan B que también figura entre las alternativas de la Comisión: una interconexión energética de España con Italia.
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