Dentro de pocos meses, el 31 de enero de 2015 para ser más concretos, el grupo de construcción y servicios Sacyr tiene que cerrar una nueva refinanciación por su participación del 9,5% del capital de la petrolera Repsol. Las negociaciones ya se han iniciado pero de momento es pronto para saber cómo acabará el acuerdo de refinanciación.
Las negociaciones de este crédito por la participación en Repsol han sido históricamente muy complicadas. Hay que recordar que Sacyr, poseedora de un 20% hace poco tiempo, se tuvo que deshacer de un 10% por su complicada situación financiera, y también porque en esos momentos vivía tiempos complicados con la casa. ¡Ay, dónde estará Luis del Rivero! El caso es que ahora la situación es totalmente distinta.
Sacyr se encuentra cómoda en Repsol. Desde que hizo las paces con el presidente Brufau y La Caixa la relación es otra. Pero es que también la situación financiera es otra. Y la cantidad a refinanciar es otra. Pero Sacyr tiene un as en la manga. Ese as se llama Banco Santander. La entidad que preside Ana Patricia Botín es el principal banco acreedor, pero también es el principal financiador de Sacyr en sus operaciones.
A Santander no le interesa poner en riesgo esa buena parte del negocio por complicar la refinanciación de la participación en Repsol del que es uno de sus mejores clientes. Pero ojo, la banca es la banca, y la pela es la pela.
Se habla de que el grupo de bancos que negocia la refinanciación está apretando. Es su papel. Intentar sacar la mejor financiación para ellos. Incluso se rumorea con que la constructora tendría que deshacerse de un 1% o de un 2%. Pero para saberlo tendremos que esperar a la solución final. Todavía queda mucho tiempo y la situación, aunque a día de hoy es tranquila, puede dar muchas vueltas.
Por poner un ejemplo, si la cotización de Repsol, lastrada por el precio del crudo, continúa a la baja podría poner en apuros a la compañía que preside Manuel Manrique. Fuentes financieras apuntan que tendría que darse un batacazo enorme la petrolera en Bolsa, algo que no se espera tampoco en los mercados.
Puede pasar de todo, pero Sacyr juega con un aliado, pero no un aliado cualquiera.
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