El canciller alemán, Olaf Scholz, reiteró el propósito de su Gobierno de "liberarse" de la dependencia energética rusa, así como de avanzar en el "rápido desarrollo" de las renovables para abandonar las energías fósiles.
"Nuestro propósito es dotarnos lo antes posible de terminales de gas licuado", afirmó Scholz ante el Parlamento alemán (Bundestag), en relación con la necesidad de disponer de estos recursos para poder prescindir "lo antes posible" de la importación de gas ruso.
A diferencia de sus principales socios europeos, Alemania no dispone de ninguna terminal de gas licuado, lo que sumado a su alta dependencia energética de Rusia le impide romper de manera inmediata con esos suministros.
La semana pasada el ministro de Economía, Robert Habeck, informó de que Alemania ha logrado bajar las importaciones de gas ruso de un 55 % a un 40 % en las últimas semanas, sobre todo gracias a que se han cerrado nuevos acuerdos de gas natural licuado.
La ministra de Asuntos Exteriores, la verde Annalena Baerbock, confirmó hoy la determinación de su Gobierno de "cortar completamente la dependencia energética" respecto a Rusia, lo que empezaría con el carbón, para seguir con el petróleo y el gas, aunque sin concretar plazos.
El embargo a las importaciones del carbón ruso es una de las medidas que se barajan en el nuevo paquete de sanciones contra Rusia, de acuerdo con la propuesta de la Comisión Europea (UE), para el que será el quinto desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania.
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