Siemens ha utilizado nueva tecnología para mejorar la eficiencia energética de los semáforos en más de un 85%, un beneficio enorme para los presupuestos de las grandes ciudades y para el medio ambiente.
Una intersección típica con tecnología basada en bombillas y alrededor de 55 semáforos (rojo, amarillo y verde) puede evitar ahora más de 6.000 kilogramos de nocivas emisiones de carbono cada año. Esto ha sido posible gracias a la instalación de la llamada "tecnología de 1 vatio", que Siemens presentó por primera vez en la feria Intertraffic de 2016, que se celebró entre el 5 y el 8 de abril en Amsterdam. Los primeros proyectos piloto ya se encuentran en marcha en la provincia italiana de Bolzano y en Bietigheim-Bissingen, una ciudad cercana a Stuttgart, en el sur de Alemania.
La tecnología de 1 vatio utiliza módulos conductores LED digitales, que eliminan la necesidad de las resistencias de carga y elementos de conmutación que se usaban hasta ahora en las unidades de semáforo y consumían la mayor parte de la energía. En comparación con los 60 vatios que llegaban a consumir las bombillas de incandescencia, la electricidad que requiere cada uno de los semáforos puede reducirse a tan sólo uno o dos vatios.
Los LED de última generación, con un consumo de energía extremadamente bajo, siguen proporcionando una excelente intensidad luminosa. Además de los costes energéticos, las luces de 1 vatio también reducen los costes de servicio, pues cuentan con monitores ópticos que comprueban de forma permanente el estado de los LED.
No es descabellado pensar que, en el futuro, será posible predecir cuándo fallarán las unidades, lo que permitirá realizar un mantenimiento preventivo de las unidades de semáforo.
Siemens es el primer fabricante mundial de la historia en monitorizar no sólo la tensión y la intensidad de corriente eléctrica, sino también la luminosidad de las unidades de semáforo mediante LED. Gracias a este concepto de monitorización en varias capas, los semáforos de 1 vatio proporcionan el mayor nivel de seguridad en el tráfico rodado (SIL 3).
Con la tecnología de 1 vatio, una gran metrópoli como Berlín puede evitar la emisión de 2.000 toneladas de carbono adicionales y ahorrar 500.000 euros en costes energéticos cada año. Si no se utilizan estos semáforos eficientes, una ciudad como Berlín tendría que plantar unos 2000 árboles de hoja caduca cada año para compensar las emisiones de carbono resultantes. Puesto que la vida útil típica de un semáforo supera los diez años, se tendría que plantar un bosque con 20.000 árboles de hoja ancha para compensar las emisiones nocivas de una intersección con semáforos convencionales.
En las ciudades que todavía utilizan un gran número de bombillas de filamento en lugar de LED, el potencial de ahorro en costes de energía y emisiones es significativamente mayor y los semáforos con tecnología de 1 vatio en una intersección típica permitirían recuperar la inversión en menos de cinco años.
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