Siemens Energy reemplazará al actual consejero delegado de Siemens Gamesa, Jochen Eickholt, y abordará medidas de reestructuración, que supondrán "ajustes de plantilla", con el objetivo de afrontar un plan a largo plazo para el crecimiento rentable de su negocio eólico.
En un comunicado, la energética alemana afirmó que todavía no se puede cuantificar el impacto exacto de la reducción de plantilla, ni por países ni por ubicaciones, aunque añadió que, en conjunto, "se espera que el número de empleados de Siemens Gamesa se mantenga más o menos constante en los próximos años, ya que áreas como el negocio offshore (eólica marina) seguirán creciendo".
Esto podría significar que sea el negocio de eólica terrestre el más perjudicado y por tanto España sea uno de los países más afectados.
A este respecto, la compañía destacó que el objetivo es absorber la mayor parte posible de la reducción de plantilla prevista en las áreas afectadas mediante recolocaciones en otras áreas.
Cristian Bruch, presidente y consejero delegado de Siemens Energy, ha asegurado durante una conferencia de prensa que es una cuestión que la compañía "está aún discutiendo internamente", aunque ha anticipado que "será una decisión equilibrada".
"Por supuesto que cambiaremos diferentes áreas. Queremos centrarnos más en productos locales y, como dije, estandarizados, menos variantes y estructuras claras", ha explicado Bruch, añadiendo que se trata de "un proceso paso a paso" y en el que confía en que se lograrán equilibrar muy bien las cosas.
En cualquier caso, para Bruch "no puede haber un mejor momento que ahora" para abordar la situación y ha indicado que Siemens Energy sigue progresando en la integración de Siemens Gamesa con la expectativa de que "a partir del 1 de junio", se fusionarán áreas centrales clave como TI, recursos humanos y logística.
El cambio de CEO
Por su parte, Eickholt ha comunicado al consejo de administración de Siemens Gamesa que dejará su cargo el 31 de julio y abandonará la compañía el 30 de septiembre. Le sucederá en el puesto Vinod Philip el 1 de agosto, que se convertirá así en el cuarto consejero delegado de la compañía -tras Markus Tacke, Andreas Nauen y el propio Eickholt- desde que se produjo la integración entre Gamesa y la división eólica de Siemens en 2017.
El grupo, que señaló que el cambio se ha producido "de mutuo acuerdo entre las partes", indicó que bajo el liderazgo de Philip se integrará la división de energía eólica en la estructura de gestión de Siemens Energy y él asumirá la responsabilidad operativa. Por su parte, Eickholt supervisará que el traspaso se realice de un modo ordenado y fluido durante este periodo de transición.
Más adelante se anunciará el sucesor de Vinod Philip como director de Funciones Globales -entre las que se incluyen IT, Compras, Innovación, Logística y Gestión de Proyectos-.
Además, Jochen Eickholt y Vinod Philip ultimarán en las próximas semanas las medidas concretas referentes a los ajustes de plantilla, que se negociarán con los representantes de los trabajadores en los próximos meses.
El consejero delegado de Siemens Energy, Christian Bruch, valoró el compromiso de Eickholt "en un periodo especialmente complicado", sentando "los pilares centrales para la reorganización que urgentemente necesitaba la compañía y su integración" y recordó que las causas de los problemas de calidad n"o se produjeron durante su mandato como CEO".
En este sentido, Bruch ha subrayado que la decisión busca garantizar "un relevo generacional fluido en la dirección" porque la compañía aún tiene mucho trabajo por hacer en temas a largo plazo, aunque ha subrayado que "está claro es que el programa que inició Jochen Eichhold es el correcto".
Con estos relevos en la cúpula, Siemens Gamesa pondrá en marcha importantes medidas de reestructuración y de desarrollo estratégico a largo plazo con el objetivo de alcanzar un margen operativo de dos dígitos.
El objetivo de estas medidas es alcanzar el punto de equilibrio ('break-even') en 2026 y volver a la rentabilidad a partir de entonces.
El foco en eólica marina
Para ello, la empresa indicó que seguirá activa tanto en el negocio 'onshore' como 'offshore' (marina). En el caso concreto de la actividad 'offshore' se centrará principalmente en Europa y Estados Unidos, mercados que ofrecen un marco regulatorio estable y en los que Siemens Gamesa puede satisfacer de forma óptima y rentable las necesidades de sus clientes. Además, se atenderán otros mercados locales solo si tiene sentido desde el punto de vista económico en cada caso específico.
"También atenderemos otros mercados locales interesantes si tiene sentido económico", ha indicado Christian Bruch durante una conferencia de prensa. "No intentaremos defender mercados en los que no se puede ganar dinero a medio plazo", ha apuntado.
En el caso del área de eólica terrestre se adaptarán a esta nueva situación y la tarea más importante seguirá siendo el aumento de la capacidad de producción, que actualmente sigue adelante según lo previsto en las plantas de Cuxhaven (Alemania), Aalborg (Dinamarca) y Le Havre (Francia). La actividad de servicios se mantendrá como un pilar importante.
Igualmente, con el objetivo de aumentar la presencia en el área de mantenimiento de turbinas terrestres, se combinarán las responsabilidades del negocio onshore y de servicios.
Siemens Energy consideró que este enfoque integral se ha aplicado con éxito en otras áreas de negocio del grupo en los últimos años y que el nuevo modelo organizativo ayudará "a reducir los niveles jerárquicos y regulará las responsabilidades de forma más clara".
Ganancias de Siemens Energy
La energética germana adopta estas medidas después de presentar unas ganancias de 108 millones de euros en su segundo trimestre fiscal, frente a las pérdidas de 189 millones de euros en el mismo periodo del ejercicio anterior.
No obstante, Siemens Gamesa sigue siendo el gran talón de Aquiles para el grupo, sumando en este trimestre unas pérdidas de 365 millones de euros y con una previsión de unos 'números rojos' de 2.000 millones de euros en el total de este ejercicio.
Los problemas arrastrados por Siemens Gamesa llevaron a Siemens Energy a solicitar ayuda financiera al Estado alemán, que avaló al grupo con 7.500 millones de un importe total de 12.000 millones de garantías, de los cuales 11.000 millones de euros se proporcionarán a la compañía a través de un consorcio de bancos, tras anunciar unas pérdidas récord de 4.588 millones de euros en su ejercicio fiscal 2023, lastrada principalmente por su filial eólica.
El año pasado las pérdidas netas de la filial española de Siemens Energy ya ascendieron a 4.347 millones de euros. Surgida en 2017 de la integración de Gamesa con el negocio eólico de Siemens, la compañía, desde que en 2020 el grupo alemán tomó el control total de la empresa, tras adquirir su participación del 8% a Iberdrola, ha visto como ejercicio tras ejercicio se han sucedido los 'números rojos'.
Así, en el ejercicio 2020 registró unas pérdidas de 918 millones de euros, otros 626 millones de euros en 2021 y 937 millones de euros en el año 2022.
Además, el Gobierno español ya anunció el año pasado que estaba trabajando en una posible línea de avales bancarios para nuevos contratos de Siemens Gamesa en el exterior, con la cobertura de CESCE por cuenta del Estado.
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