El parón de la actividad por el coronavirus ha afectado a los resultados del gigante eólico Siemens Gamesa. En esta semana se conocía que registraba unas pérdidas de 165 millones de euros en su segundo trimestre fiscal y que la crisis por el coronavirus ha tenido un efecto negativo de 56 millones de euros en su rentabilidad, frente al beneficio de 49 millones de euros en el mismo periodo del ejercicio pasado.
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Sin embargo, ya arrastraba pérdidas en el primer trimestre de su año fiscal 2020, es decir entre octubre y diciembre de 2019, en el que anunciaba una cifra negativa de 174 millones de euros frente a las ganancias de 18 millones de euros anotadas en el mismo periodo del año anterior.
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"Si tenemos en cuenta que las pérdidas del segundo trimestre solo incluyen los primeros 15 días del cierre de la actividad por el estado de alarma, es de cajón que el tercer trimestre también sufrirá el impacto del parón de todo el mes de abril y lo que quede de las próximas semanas, así que muy probablemente se volverá a hablar de pérdidas", señalan fuentes del sector.
La pandemia está afectando a Europa pero también a uno de los principales mercados de Siemens Gamesa: India. Durante la presentación de resultados a los medios, Markus Tacke, CEO de la compañía, reconoció que "en India se ha alargado el cierre de la actividad industrial otras dos semanas más".
En cambio, en China "ya están funcionando", así como en Italia y en España, "donde ya están en marcha después de unas semanas de cierre, tal vez no a plena velocidad lo que elimina cierta eficiencia", a diferencia de México que "ahora está con el cierre de la actividad".
Además, la pandemia ha provocado retrasos en la actividad comercial. "A finales de marzo estábamos a punto de cerrar un contrato en Italia y fue prácticamente imposible entonces", explicó Tacke, "también tenía previsto viajar a la India a finales de marzo y se cerró el acceso a extranjeros". Sin embargo, "son oportunidades que no desaparecen por lo que habrá un desplazamiento del segundo al tercer y/o cuatro trimestre".
Con estos datos, aumenta la preocupación de la plantilla. Por eso, en una carta de Alfonso Faubel, CEO de Onshore de Siemens Gamesa, enviada a todos sus empleados y a la que ha tenido acceso El Periódico de la Energía, admitía que 'el desempeño de nuestra unidad de negocios Onshore ha sido una vez más decepcionante, por decirlo suavemente. La pandemia de COVID-19 interrumpió nuestras operaciones al igual que lo hizo con cualquier empresa global en todo el mundo. También hizo que algunas dificultades en la India y el norte de Europa fueran aún más pronunciadas'.
Por eso, 'los números solo confirman lo que ya sabíamos. Estamos en una situación difícil, y solo nosotros podemos salir de ella', con una estrategia acertada para el área de Onshore. 'La implementación de una estrategia siempre es difícil cuando significa que tenemos que tomar decisiones difíciles que involucran quiénes dirigen el negocio y qué proyectos heredados debemos dejar ir' ha escrito en la carta a sus trabajadores.
Y mientras les pide un esfuerzo para conseguir el éxito, les anuncia que 'pueden esperar de mí que tome las decisiones difíciles, las impopulares que la gente sabe que deben suceder'.
Fábrica de palas en Portugal
Este mensaje está muy cerca en el tiempo al de la compra completa de los activos de Senvion en Portugal, en concreto de Ria Blades S.A., la entidad empresarial que controla y opera la planta de fabricación de palas onshore en Vagos, así como otros activos necesarios para su funcionamiento.
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"Donde más preocupación hay es en las fábricas a las que más les afecta la adquisición de la planta de Senvion en Portugal", concluyen las fuentes del sector, "especialmente las fábricas de Aoiz (Navarra) y la de Cuenca, y probablemente también la de Somoza, que aunque es muy rentable, no puede competir con la situación geográfica y las dimensiones de la de Portugal, así que muchos temen que antes de que finalice el año pueda haber cierres de fábricas en España o reducción de plantilla".
Mientras se esperan esos posibles ajustes de plantilla, Tacke, en el encuentro con los medios, se mostró esperanzado: "Tenemos confianza en la perspectiva de futuro a largo plazo gracias a nuestra diversificación geográfica y nuestro liderazgo tecnológico. La Unión Europea está planteando un plan de recuperación y contamos con los planes nacionales de cada país miembro. Muchos de ellos se van a centrar en el fomento de la descarbonización y en una industria más verde. Eso es un impulso a nuestro sector. Y aunque la inercia y la iniciativa existe, es pronto para hablar de cifras".
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