Siemens Gamesa está dispuesta a cerrar la negociación con los sindicatos lo antes posible

Entre el miércoles y el jueves se reanudó la negociación entre dirección y sindicatos de Siemens Gamesa para decidir cómo se van a implementar las medidas no traumáticas con el objetivo de reducir personal tras la retirada del ERE. "No es una mesa de negociación con estructura legal porque ya no es un ERE sino un tema de responsabilidad de todas las partes para poder llegar a un acuerdo", señalan fuentes conocedoras, "y aunque la idea de la compañía sigue siendo reducir en 272 el número de la plantilla, la cifra final dependerá de las personas que se quieran ir de manera voluntaria, y para ello, la indemnización tiene que ser lo suficientemente jugosa para que lo hagan".

Siemens Gamesa reconoce que los ingenieros de su compañía están en el punto de mira de otras compañías, como la china Sany Energy, que ya contamos en este diario, y hay cierto temor a que la fuga de cerebros pueda poner en peligro la viabilidad de la compañía. "La edad media de los trabajadores de Siemens Gamesa es muy joven, no llega a los 40, y además de ser muy jóvenes, son personas con alta cualificación, con titulaciones universitarias y con una ambición más que justificada", añaden las fuentes, "por lo que no sería de extrañar que quieran buscar otros horizontes laborales".

Pero mientras que la multinacional está dispuesta a cerrar lo antes posible la negociación, entre las filas sindicales hay discrepancias. Por el momento, solo están de acuerdo en las prejubilaciones anticipadas, pero solo representan un 30% del cómputo final, unas 80 personas, pero no ocurre lo mismo con las bajas incentivadas, donde difieren en el número y su cuantía.

Aún así, las fuentes señalan que "negarse a aceptar unas medidas razonables solo puede provocar el aumento de las tensiones y que no puedan irse aquellos que quieran hacerlo". Las ofertas que están recibiendo los ingenieros de otras compañías están paralizadas a la espera de que se sepa el valor de las indemnizaciones y si les compensa irse.

Los sindicatos que se sientan en estas reuniones son CCOO, ELA y UGT, pero no ELA, lo que ha provocado el desencuentro de esta organización de la izquierda abertzale, cuyo delegado ha llegado a decir que "fue expulsado" de la mesa de negociación. "No es una mesa de negociación, porque no es un ERE, sino un acuerdo entre las partes para buscar una solución a esta situación, y aunque fuera así, la ley incluye a las que hayan obtenido el 5% o más de los representantes, y en el caso de LAB solo tiene representación de un trabajador en un centro de trabajo donde se iban a producir despidos, la planta navarra de Arazuri", explican las fuentes, "y participó en la mesa de negociación del ERE fallido como 'invitado' por parte del resto de sindicatos, con voz pero sin voto, por lo que no puede reclamar legalmente estar ahora en estas reuniones".

Mientras tanto, como después de estos dos días no se ha llegado a ningún acuerdo ni se ha cerrado las cifras sobre el recorte de plantilla y el importe de las indemnizaciones, esperan que el lunes próximo, 18 de diciembre, puedan tener algún resultado, ya que están emplazados a una nueva reunión en Zamudio.

Pase lo que pase, los sindicatos recuerdan que "siempre es positivo que se haya retirado el ERE y estar sentados en una misma mesa negociando", pero aún así consideran que estas salidas voluntarias se trata de "una labor sindical complicada".