Solarig amplía el reto de reducir emisiones más allá de las fronteras del sol

En 2005, el mundo daba un giro trascendental al entrar en vigor el Protocolo de Kioto, el primer gran tratado internacional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Ese mismo año, en Soria, nacía una empresa con vocación transformadora: Solarig. Su primera apuesta fue la energía fotovoltaica, un sector por entonces incipiente que apenas comenzaba a desplegarse en España. 20 años después, el escenario ha cambiado por completo: España es ya un caso de éxito en electrificación renovable, con más del 50% de su demanda eléctrica cubierta por fuentes limpias, según Red Eléctrica (REE). Pero el reto climático no se detiene. Y Solarig tampoco.

La energía fotovoltaica cuenta con un historial de éxitos sin paliativos en los últimos años y ya es la primera fuente de energía en España, con cerca de 32 GW instalados. Solarig ha sido una pieza clave en este éxito, tanto en España como en los 12 países en los que opera. Con más de 13 GW en operación y una cartera de más de 20 GW en proyectos energéticos, Solarig se ha convertido en un actor relevante en la transición hacia la descarbonización de la sociedad. Sin embargo, es momento de seguir expandiendo las fronteras de la descarbonización, y para ello, es necesario utilizar todas las tecnologías disponibles para enfrentar los importantes desafíos que aún presenta la lucha contra el cambio climático

Moléculas verdes

Al liderazgo de Solarig en generación solar, se ha sumado recientemente la incorporación de otras tecnologías renovables clave como son la generación eólica y los sistemas de almacenamiento por baterías (BESS), cuya hibridación supone una oportunidad para maximizar la implantación de las renovables. Pero los retos de la descarbonización son amplios y hay sectores difícilmente electrificables cuyas únicas alternativas a medio plazo son las moléculas verdes. Con una vocación innovadora, sostenible y centrada en dar valor a los territorios, en 2023 se creó Biorig, la división de gases renovables de Solarig, que aspira a convertirse en uno de los principales productores de biometano en Europa.

El objetivo de Biorig consiste en ampliar las fronteras de la transición energética hacia la industria pesada, el transporte marítimo, por carretera y aéreo. En este sentido, Biorig promueve la transformación de residuos agroganaderos en biometano y CO2 biogénico y fertilizantes orgánicos. Actualmente, la compañía impulsa un plan de desarrollo con más de 40 proyectos en España e Italia y una capacidad de producción estimada en 4 TWh anuales de biometano, una energía renovable molecularmente idéntica al gas natural fósil y que, por tanto, puede transportarse por la misma red de gas y utilizarse siguiendo los patrones de la demanda.

El modelo de Biorig se basa en tres pilares diferenciales: el uso exclusivo de residuos agroganaderos (purines, estiércoles y paja), su integración en entornos rurales a través de alianzas con explotaciones locales ya existentes, y el diseño de instalaciones sin vertidos ni olores, que no consumen agua y cumplan con las normativas medioambientales más exigentes.

Estos criterios guiarán la operación de Biorig en la elaboración de tres productos clave. Las instalaciones producirán biometano ‘kilómetro 0’ que sustituirá al gas natural fósil, colaborando a reducir las importaciones de esta materia prima de terceros países. Por otro lado, capturará el CO₂ biogénico generado durante la digestión anaerobia para su reutilización en procesos industriales, como la producción de combustibles sostenibles o para la industria alimentaria. El tercer producto de estas plantas serán los fertilizantes orgánicos certificados por el Reglamento (UE) 2019/1009, que mejoran la salud de los suelos y reducen la dependencia de fertilizantes químicos.

Estas infraestructuras serán vitales para la dinamización del medio rural, la generación de empleo de calidad, la mejora de la gestión de residuos del sector primario y para dar respuesta a la despoblación que enfrenta la España vaciada. El impulso a la economía circular, la mejora en la trazabilidad a los residuos agroganaderos y el impacto positivo sobre el entorno rural hacen de Biorig un actor de relevancia para el desarrollo energético, social y económico del entorno agrícola.

Solar, eólica y baterías: la tríada de la generación renovable

La hibridación entre energía solar, eólica y sistemas de almacenamiento por baterías (BESS) es una de las grandes apuestas estratégicas de Solarig. La combinación de estas tecnologías permite dar mayor estabilidad al sistema eléctrico, garantizando una generación constante y fiable incluso en los momentos en los que la producción solar y eólica sean insuficientes. De esta manera, el éxito y track-record de Solarig en el segmento fotovoltaico se ve reforzado por dos vectores complementarios: la energía eólica y las baterías.

En este ámbito, Solarig ha incorporado a su portfolio la operación y el mantenimiento de parques eólicos, una actividad en la que cuenta con experiencia acreditada. La adquisición de Corfree Wind, compañía con más de 17 años en el sector, ha permitido consolidar un equipo con conocimiento técnico, comercial y financiero en la gestión de activos eólicos, asegurando un servicio integral y de calidad a nuestros clientes.

El almacenamiento mediante baterías es otro de los pilares fundamentales de esta estrategia. Se trata de una tecnología crucial en la transición energética, que permite almacenar la energía renovable en los momentos de mayor generación y liberarla cuando más lo necesita la red. Con ello, no solo se optimiza el uso de los recursos renovables, sino que también se incrementa la resiliencia del sistema eléctrico frente a picos de demanda o eventos climáticos extremos.

Solarig ha logrado consolidarse como un referente en el sector energético gracias a su presencia en 12 países, especialmente en Latinoamérica, donde lidera en servicios de O&M de activos fotovoltaicos. Este sólido posicionamiento internacional le permite desplegar soluciones híbridas con confianza en mercados emergentes como México e Italia. Así, Solarig sigue ampliando las fronteras de la transición energética, ofreciendo respuestas innovadoras a las necesidades de sus clientes.

20 años mirando al futuro

Desde su fundación en 2005, Solarig ha mantenido una constante: anticiparse a los desafíos energéticos y ambientales con soluciones reales y escalables. En su 20 aniversario, la compañía reafirma su propósito de liderar una transición energética justa, equilibrada y conectada con el territorio. Ya no se trata solo de promover la electricidad renovable, sino de transformar la relación entre energía, territorio y sociedad de una manera integral y a través de todas las vías disponibles.

Desde las primeras plantas solares en Frechilla de Almazán y Coscurita (Soria), hasta las innovadoras instalaciones de biometano, la compañía ha evolucionado sin perder de vista su origen: trabajar por una energía limpia con arraigo local y ambición global.

La electrificación ha sido el primer gran paso. El siguiente es construir un ecosistema energético descentralizado, circular y tecnológicamente diverso.