La capacidad eólica terrestre acumulada de América del Sur se duplicará a 79 gigavatios (GW) en los próximos 10 años a medida que los desarrolladores instalen 40 GW de nueva capacidad para 2033, según la última perspectiva de energía eólica terrestre de América del Sur de Wood Mackenzie.
2023 fue un año récord con 5,9 GW de adiciones de energía eólica terrestre en América del Sur, ayudado por un apuro en Brasil para asegurar los subsidios de tarifas de circulación que expiran, según el informe.
A pesar de la limitada visibilidad de la demanda de energía, Brasil mantiene su liderazgo como mayor mercado de la región. El país contribuirá por sí solo al 54% del crecimiento regional total, añadiendo 21,5 GW para 2033. Le seguirán Chile (6,2 GW) y Argentina (4,5 GW), y se espera que los tres países aprovechen los PPA comerciales e industriales (C&I) para respaldar el desarrollo eólico.
"A medida que la reciente sobreconstrucción de energías renovables impulsada por las políticas se ralentiza en los dos principales mercados, Brasil y Chile, Sudamérica se enfrentará a un crecimiento limitado a medio plazo", dijo Kárys Prado, analista senior de Investigación, Energía y Renovables de Wood Mackenzie.
Prado añadió: "De cara al futuro, la recuperación del mercado dependerá de las mejoras de la red que ayuden a superar la competencia de la energía solar, así como de los impulsos de la demanda de energía, como las oportunidades del hidrógeno verde".
Según el informe, la limitada infraestructura de transmisión seguirá siendo un reto para la energía eólica terrestre en la región, que se enfrenta a una feroz competencia con la barata energía solar fotovoltaica, que se beneficia de ubicaciones dispersas para superar las mejoras esenciales de la red aún pendientes de finalización.
Mercados más maduros
"Uno de los motores fundamentales de la región es el libre mercado. Los grandes compradores que persiguen objetivos de descarbonización y condiciones de contratación negociables seguirán siendo esenciales para la expansión de la energía eólica terrestre a medida que maduren los mercados en Argentina, Brasil, Chile y Perú", afirmó Prado.
Y añadió: "Colombia y Ecuador seguirán dependiendo del mercado regulado y de sus subastas centralizadas para apuntalar el desarrollo. También se espera que los servicios públicos estatales de Bolivia, Guyana y Uruguay sigan desempeñando un papel crucial en la promoción de proyectos eólicos terrestres".
"En general, una política clara de oferta y demanda es esencial para desbloquear las ventajas en Sudamérica, desde la diversificación del mix energético hasta el hidrógeno verde", concluyó Prado.
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