La organización europea Transport & Environment (T&E) ha valorado la regulación relacionada con el sector automovilístico que Reino Unido planea cuando se produzca su salida definitiva de la Unión Europea (UE), ya que traduce "razonablemente" la regulación actual vigente, aunque ha lamentado que el país pretenda "relajar" los objetivos de emisiones de vehículos.
En este sentido, T&E ha indicado que la intención de Reino Unido es traducir la normativa europea en forma de ley, pero al hacerlo relaja el objetivo máximo de emisiones de los vehículos, que se sitúa para este año en una media 95 gramos de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro recorrido, mientras que el país inglés permitirá unos 100 gramos por kilómetro.
La discrepancia con el objetivo de la UE surge de que Reino Unido seguirá utilizando ciertas medias europeas para el cálculo de sus datos, a pesar de que estas distan de sus cifras en solitario, por lo que en la realidad sus vehículos emitirán más gases.
"Esta medida no solo debilita la rigurosidad de la regulación este año, sino que potencialmente también lo hará de cara a los objetivos de 2025 y 2030", ha criticado T&E, que ha recomendado a Reino Unido que revise esta ley.
Por ello, la organización cree que la nueva normativa del país no ayudará a alcanzar sus objetivos de eliminar la venta de coches de combustión interna para 2035.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios