La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado este lunes que es "imposible" lograr las descarbonización del sistema energético sin "activar al máximo la electrificación, que es la receta fundamental".
La ministra ha participado hoy en la presentación telemática del informe de 2020 del Observatorio de la Transición Energética y la Acción Climática (OTEA) del Basque Centre for Climate Change (BC3), un centro científico multidisciplinar para la investigación de la crisis climática.
Las principales conclusiones de este informe son que las emisiones de gases de efecto invernadero se redujeron un 13,6 % en España en 2020 por las restricciones a la movilidad fijadas para combatir la pandemia de coronavirus, una cifra similar a la apuntada por otros estudios realizados sobre el tema.
Durante la presentación, Ribera ha sostenido que la descarbonización pasa por maximizar el ahorro y la eficiencia energética y activar al máximo la electrificación.
"No hay que confundir a la gente, no es posible la descarbonización si no utilizamos al máximo las soluciones de las que hoy ya disponemos", ha dicho en referencia a nuevas tecnologías en desarrollo como los combustibles sintéticos y el hidrógeno verde.
La vicepresidenta cuarta ha mantenido que hay que actuar "rápidamente" con "señales adecuadas en la regulación y el precio" de la energía y ha destacado que la nueva ley española estará "muy por encima" de lo que marca la UE.
"Lo hacemos por convicción, porque es la mejor inversión posible", ha aseverado Ribera.
Respecto a los datos del informe OTEA, algunos ya conocidos porque son de otras entidades y lo que hace este observatorio es agruparlos, ha destacado el aumento de la cuota de las renovables en el mix eléctrico en 2020 al aumentar un 12,8 % y representar ya el 44 % del total, mientras que el carbón desciende hasta suponer el 2 %.
Sobre la bajada del precio de la electricidad el pasado año, ha incidido en que se ha debido más a las renovables que a la caída de la demanda por la pandemia, que fue "inferior a lo esperado", aunque ha advertido de que seguirán los "altibajos" en el precio de la electricidad hasta que no sean las renovables las que "marquen el precio" y se reduzca la influencia de las cuotas por emisiones de CO2.
Las principales conclusiones del informe OTEA presentado hoy son que las emisiones de gases de efecto invernadero se redujeron un 13,6 % en España en 2020 gracias a las restricciones a la movilidad establecidas para combatir la pandemia de covid-19.
Este estudio estima que sin las medidas anticovid la reducción habría sido del 4 por ciento, logrado gracias al menor consumo de carbón para la generación eléctrica.
Con lo sucedido en 2020, las emisiones en España están un 6 por ciento por debajo de las que había en 1990.
Las restricciones a la movilidad hicieron que el pasado año disminuyera un 17,5 % el consumo de carburantes de automoción y un 65 % el de queroseno de aviación.
Además, el uso de carbón para la generación eléctrica solo representó el 2 % del total y en junio se cerraron la mitad de las centrales de carbón existentes para dar cumplimiento a las directivas europeas (7 plantas de 15, 4,6 GW de potencia).
Así, en 2020 se alcanzó el récord histórico de cuota de energías renovables en el sector eléctrico con un 44 %, lo que supone un incremento del 12,8 % respecto a 2019, fruto de la caída de la demanda y de la puesta en funcionamiento de 4 GW de nueva potencia renovable.
También se registró una bajada histórica del precio de la electricidad por la reducción de la demanda y la mayor participación de la energías renovables.
Para el consumidor doméstico el coste del kWh se redujo un 6,7 % en comparación con el año anterior y para el no doméstico un 4,4 por ciento.
El número de mujeres en plantilla de las empresas del sector energético supone un 28,5 % y se ha incrementado con respecto al 23,8 % en 2010, aunque las féminas ocupan solo el 22 % de los puestos de dirección.
El sector de las energías renovables genera actualmente 95.000 empleos al año, incluyendo directos e indirectos, lo que supone un aumento del 17 % con respecto al ejercicio anterior, según el estudio de BC3.
En la última década, se observa una mejora en la mayor parte de los indicadores de pobreza energética. No obstante, según el indice de pobreza energética escondida (HEP) afecta a un 11 % de los hogares, y es mayor en aquellos cuya referencia principal son mujeres.
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