La directora del Instituto para el Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI) y exsecretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, ha celebrado el "nivel de respaldo y la velocidad sin parangón" con que la comunidad internacional ha puesto en marcha el Acuerdo de París para luchar contra el cambio climático, que ha entrado en vigor este viernes.
Así, considera que es una "excelente noticia" que se haya podido hacer en menos de un año, algo que achaca al hecho de que ahora el riesgo político es percibido en el "no actuar", pero ha advertido de que su entrada en vigor no es suficiente, sino que debería implantarse también de manera anticipada, sin tener que esperar a que sea efectivo en 2020.
"Si ha sido posible convertirlo en norma en menos de un año, también debe de ser posible adelantar antes de 2020 las acciones que se deben tomar", ha señalado en declaraciones a Europa Press, desde donde insta a la comunidad internacional a "aprovechar el momento para hacer más".
Además, ante la XXII Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático (COP 22) que comenzará este lunes en Marrakech (Marruecos) ha expuesto que la percepción de éxito o fracaso de la Cumbre y de lo que dependerá que tenga "su sitio en la historia" depende de cuatro factores ajenos a la propia cita en el reino alauí.
Estos son, en su opinión, la entrada en vigor, que se debe al intenso trabajo del año pasado y a la voluntad de los Gobiernos, convierte ahora a las COP en el "momento de la acción". Además, estima que otro de los factores determinantes ajenos que determinarán el éxito o el fracaso de la Cumbre será el resultado de las inminentes presidenciales que se celebrarán la próxima semana en Estados Unidos.
"Si gana Hillary Clinton será un revulsivo para bien, pero si gana Donald Trump el impacto será negativo y afectará a la misma celebración de la Cumbre", ha pronosticado.
En tercer lugar, ha señalado que ahora se entra en una fase en la que "lo importante es cada actor", independientemente de si es un Estado, una empresa, un agente local o un ciudadano, porque "cada uno ha de interiorizar sus estrategias de acción".
Por ello, Ribera cree que esta será una COP en la que pesará más estos distintos factores de la Conferencia que la propia negociación misma y espera que la cita de Marruecos servirá para concretar normas de acción.
El cuarto de los factores a los que se ha referido es lo señalado en la agenda, que busca mejorar el entendimiento de la acción climática y las necesidades de los países en desarrollo, así como profesionalizar el enfoque de las respuestas y las acciones en materia de adaptación y construcción de la resiliencia así como el despliegue de las normas de transparencia. "Todos estos serán factores muy importantes, aunque menos vistosos que el Acuerdo de la Cumbre de París", ha admitido.
Respecto al papel de España, que aún no ha ratificado el Acuerdo, espera que la entrada en vigor del nuevo Gobierno suponga "un cambio radical en el enfoque de clima y que éste se aborde de forma transversal en todas las políticas del Ejecutivo".
En este sentido, ha lamentado que este año "no parece" que el Gobierno haya atacado a las fuentes de emisión fundamentales y critica que a pesar de haber estado en funciones, el Gobierno podía haberse dedicado a enfocar estas cuestiones. "Ahora ya no estamos en funciones y a España, que está en el medio entre Francia y Marruecos, ojalá le caiga un poco de la piñata del nuevo caminar contra el cambio climático", ha deseado.
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