Un total de 1.219 gobernadores, alcaldes, empresas, inversores y universidades de todo Estados Unidos o con operaciones significativas en el país, que representan la sección más amplia de la economía estadounidense, se han unido con la intención de continuar asegurando que Estados Unidos sigue siendo un líder mundial en la reducción de las emisiones de carbono.
Han firmado una carta, titulada "We are still in", Todavía estamos dentro, en un claro mensaje a la opinión pública mundial de que EEUU no ha cerrado las puertas al Acuerdo de París.
Juntos, estos líderes están enviando una señal fuerte a la comunidad internacional y a las otras 194 partes del Acuerdo de París sobre el compromiso continuo de los Estados Unidos con una ambiciosa acción en materia de cambio climático.
En conjunto, los firmantes están logrando reducciones de emisiones concretas que ayudarán a cumplir las promesas de emisiones de América en virtud del Acuerdo de París.
Los signatarios incluyen líderes de 125 ciudades, 9 estados, 902 empresas e inversores, y 183 universidades. Las ciudades y estados participantes representan a 120 millones de estadounidenses y contribuyen con 6.2 billones de dólares a la economía de los Estados Unidos, e incluyen a Oregon y ciudades como Nueva York, Los Ángeles y Houston, así como ciudades más pequeñas como Pittsburgh, Pennsylvania y Dubuque, Iowa.
Una mezcla de universidades privadas, escuelas estatales y colegios comunitarios, tanto pequeños como grandes, han agregado sus instituciones a la declaración. En total, las empresas e inversores firmantes cuentan con un ingreso anual total de 1,4 billones de dólares e incluyen a más de 20 compañías del Fortune 500, incluyendo Apple, eBay, Gap Inc., Google, Intel, Microsoft y Nike, además de cientos de pequeñas empresas que también han firmado la declaración.
"El anuncio de la Administración Trump socava un pilar clave en la lucha contra el cambio climático y una medida que está en desacuerdo con lo que está sucediendo en los Estados Unidos". Todos los firmantes entienden que el Acuerdo de París es un plan para la creación de empleo, la estabilidad y la prosperidad global y que acelerar la transición de energía limpia de los Estados Unidos es una oportunidad -no una responsabilidad- de crear empleos, estimular la innovación, promover el comercio y garantizar la competitividad estadounidense. Al declarar que "todavía estamos dentro", los signatarios están poniendo los mejores intereses de sus constituyentes, clientes, estudiantes y comunidades, asegurando al resto del mundo que el liderazgo estadounidense en el cambio climático se extiende mucho más allá del gobierno federal.
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