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Trump aprieta a Galán y deja en el aire el mayor parque eólico marino de EEUU

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El proyecto de eólica marina de 800 MW de Vineyard Wind (Iberdrola y el fondo CIP) se la juega con su declaración de impacto ambiental. El Departamento de Interior de EEUU, dependiente del presidente Donald Trump, a través de la Oficina de Gestión de Energía Marina (BOEM en sus siglas en inglés) ha asegurado que la declaración de impacto ambiental del megaproyecto de Iberdrola en EEUU no estará "hasta finales de este año o principios de 2020".

¿Qué significa esto? El inicio de la construcción del parque estaba prevista para dentro de unas semanas, pero este retraso administrativo hace que las obras del parque Vineyard Wind comiencen no antes de marzo del próximo año.

El retraso de la declaración de impacto ambiental y, por tanto, de la construcción del parque podría dejar a Iberdrola sin los créditos fiscales con los que contaba la eléctrica española para desarrollar el parque.

La adjudicación de los 800 MW del proyecto se realizó bajo un precio que contaba con recibir esos créditos fiscales a la inversión. Pero estos caducan a final de año, y si no se consiguen todos los permisos, esos créditos fiscales no los percibiría Vineyard Wind.

Fuentes de la compañía aseguran a El Periódico de la Energía que "el escenario está muy abierto y que no hay nada seguro en cuanto a la consecución y plazos que finalmente aplicarán a esas ventajas fiscales".

Trump está recibiendo presiones de políticos de la zona, tanto de senadores demócratas como de su partido republicano. Quieren que la Administración estadounidense alargue el periodo de los créditos fiscales y asegurarse que el proyecto salga adelante.

"A día de hoy, el proyecto se sigue considerando viable", aseguran desde Iberdrola.

Sin embargo, varios gobernadores de Estados que apuestan por la eólica marina han pedido al Departamento de Interior que den una solución cuanto antes al proyecto.

La carta está firmada por los gobernadores de los estados de Massachusetts (Charlie Baker), Connecticut (Ned Lamont), Maine (Janet Mills), New Hampshire (Chris Sununu) y Virginia (Ralph Northam), que muestran su apoyo al desarrollo de la energía eólica marina en Estados Unidos, así como su "preocupación" por la situación de bloqueo en la que se encuentra Vineyard Wind, "que potencialmente socavará los esfuerzos para promover la certeza regulatoria para esta industria".

En esta misiva, los gobernadores señala que la DIA debería estar antes de marzo de 2020 para que el proyecto se pueda desarrollar, pero de momento, desde la BOEM solo señalan que están trabajando en ello y que podría no estar la DIA hasta principios del próximo año, sin dar una fecha definitiva.

Por tanto, el megaproyecto de eólica marina más importante de EEUU se queda en una situación compleja a la espera de obtener la declaración de impacto ambiental.

De todos es conocido la animadversión del presidente Trump con la energía eólica. En continuas ocasiones la ha criticado con duras palabras. Sin ir más lejos en la cumbre del G7 pasado. Si finalmente este proyecto se queda sin los créditos fiscales, sería un varapalo tremendo para la industria eólica de EEUU que genera decenas de miles de empleos y para el desarrollo de energías renovables de la que se benefician tanto consumidores como el medio ambiente.

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