Generadores, distribuidores y poderes políticos del sector de la electricidad de la Unión Europea se embarcaron en una reflexión conjunta para actualizar, expandir y preparar las redes eléctricas para la transición energética, pues esa infraestructura precisará inversiones de unos 575.000 millones de euros para 2050.
“Vamos a necesitar inversiones masivas (...). Sin las inversiones necesarias en las redes, la transición energética simplemente no ocurrirá”, dijo el presidente ejecutivo de Entso-E, Daniel Cortinas, en un evento organizado en Bruselas por esa plataforma que agrupa a los distribuidores de electricidad en la UE y la Comisión Europea.
El foro se celebró a puerta cerrada, salvo para la sesión inaugural, y se concibió para que los diferentes agentes implicados en la gestión de la electricidad debatan abiertamente sobre cómo mejorar la gestión de las redes y cómo desbloquear las importantes inversiones necesarias.**
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Según los distribuidores, los veintisiete Estados miembros de la UE deben mejorar el diseño del mercado eléctrico, dotarse de fuentes de flexibilidad para capear las oscilaciones meteorológicas y coordinar el funcionamiento de los sistemas existentes para llevarlos al límite.
Pero también habrá que generar “inversiones masivas” en las redes eléctricas de unos 220.000 millones de euros hasta 2030 y otros 355.000 millones entre 2030 y 2050, dijo Cortinas en base a informes previos de Entso-E.
La inversión en redes eléctricas
“La presión en nuestras redes es palpable”, dijo la comisaria europea de Energía, Kadri Siimson, quien pidió cambiar el sistema de remuneración y fomentar inversiones anticipatorias, con nuevas reglas para el final del año a través de la reforma en curso del mercado eléctrico de la UE, que se espera se pueda cerrar para finales de 2023 o inicios de 2024.
La vicepresidenta tercera del Gobierno de España, Teresa Ribera, subrayó en su intervención en nombre de la presidencia española del Consejo de la UE que el bloque comunitario debe de estar “orgulloso” de cómo sorteó la crisis de precios de la energía de 2022, pero avisó de que es necesario prepararse para un sistema productivo descarbonizado.
“Necesitamos interconexiones y tenemos experiencia del año pasado”, durante una crisis de precios de la energía que demostró que las interconexiones aportan “flexibilidad, seguridad y eficiencia en el uso de la infraestructura”, dijo.
La también ministra española para la Transición Ecológica abogó por “pensar en soluciones de almacenamiento, seguridad de suministro, gestión inteligente de la demanda, integración de las crecientes capacidades de energía renovable, gestión y anticipación de las presentes y futuras infraestructuras en el mar, adaptación para el hidrógeno”.
Y destacó en particular la necesidad de cosechar “apoyo social” para una transición que requerirá nueva infraestructura de generación que tendrá un impacto en los países de la UE.
“La gente siempre será crucial (....). Cuando hablamos de permisos, siempre tenemos la sensación de que el problema no es lo que publicamos en el Boletín Oficial (del Estado), sino cómo la gente en el terreno se siente sobre esa infraestructura. El apoyo social, el compromiso social, la explicación y la implicación es absolutamente crucial”, dijo.
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